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Liudmila Inés Quincoses Clavelo
(Sancti Spíritus, 4.04.1975)
Poeta, narradora, editora y periodista.
Licenciada en Educación en la especialidad de Español Literatura, es miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, y de la Asociación Hermanos Saíz.
En el año 2000 refundo, junto a Julio Neira (artista plástico), el proyecto alternativo Escribanía Dollz. Este proyecto incluye la escritura de cartas de amor, exposiciones de pintura, promociona la obra de escritores jóvenes, se llevan a cabo conferencias, lecturas de poesía, lanzamientos de libros. En el 2001 fundó al grupo literario Los Escribanos. Actualmente organiza y dirige el espacio alternativo Café de las cuatro, que se realiza en la galería-taller de Julio Neira de su ciudad, Sancti Spíritus, donde se reúnen intelectuales de las diferentes manifestaciones artísticas.
Ha publicado:
• Dónde se cuenta la historia de un hombre…, (narrativa), Ediciones Luminaria, Sancti Spíritus, 1991.
• Un libro raro, (poesía), Ediciones Capiro, Villa Clara, 1995.
• En el último sendero el iniciado piensa, (poesía), Ediciones Vigía, Matanzas, 1996.
• Los territorios de la Muerte, (poesía), Letras Cubanas, 2001.
• Poemas en el último sendero, Editora Abril, 2002.
• Antología de la poesía Tanática y Cósmica, (antología poética personal), Frente de Afirmación Hispanista, México 2002.
• Antología poética Nosside Caribe, Italia, 2003.
• Plaza de Jesús, (poesía), Letras Cubanas, 2005.
• Poemas de los viajes, (antología poética personal bilingüe), Tasignano Editores, ciudad de Lucca, Italia, 2006.
• El libro de la espera, (poesía), Ediciones Luminaria, 2008.
Poemas de su autoría nutren antologías en Alemania, Argentina, Cuba, España, Estados Unidos, Italia y México.
Ha obtenido diversos premios, entre los que se destacan:
• Premio Fundación de la Ciudad de Santa Clara, 1994.
• Premio América Bobia, Ediciones Vigía, Matanzas, 1995.
• Premio Dador, Instituto Cubano del Libro, 1996.
• Premio de poesía La Gaceta de Cuba, 1997.
• Premio del Frente de Afirmación Hispanista, México DF, 1998.
• Premio Pinos Nuevos, Letras Cubanas, 2001.
• Premio Calendario, Editora Abril, 2002.
• Premio Nosside Caribe, Italia, 2003.
( Direcciones de correo electrónico: liudmila@hero.cult.cu - liudmilaquincoses@yahoo.es )
ALGUIEN HA CERRADO LAS VENTANAS A LA PLAZA
Hay una plaza inmensa allá afuera.
Me separan de ella las ventanas,
la madera antigua con que fueron hechos los postigos.
Ya no veo la plaza, ahora la imagino.
Ahora sé por que ha resistido tantos años.
Está hecha de nada,
de recuerdos que le dan forma.
Y uno puede quitar las rejas, las estatuas,
quitar la plaza.
Caminar sobre la tierra espesa.
Mirar la iglesia, la torre, el campanario,
sentir el ruido del bronce que ahuyenta las palomas.
Mirar la plaza de lejos sobre el puente,
regresar luego a los arcos, a los portales.
Regresar a esas ruinas que aún no fueron fundadas,
regresar a uno mismo.
Y abrir los ojos, las ventanas,
caminar luego por la plaza.
Palparla tal como es, volver a hacerla,
morirse de viejo,
fundarla.
DUPLICACIÓN DEL TRUENO
Te veo sentado al borde de la fuente
mirando el camino que la tarde duplica,
que duplica el trueno.
Mueves los dedos bajo el agua imaginaria,
el agua te calma el calor.
En la plaza hace mucho tiempo que nadie canta,
que nadie aplaude bajo la lluvia,
que nadie saluda el bellísimo sonido
del trueno duplicado.
CAJA DE AGUA
Íbamos a la casa de unas costureras,
me sorprendía la penumbra de la sala,
los adornos de una gastada porcelana,
los tesoros de aquellas pobres damas.
Nunca las llamaba por su nombre,
era como deshacer el milagro,
yo no estaba.
Recuerdo un tocador inmenso
con sus piezas de mármol,
una cocina, y un lavabo preso en la madera,
como una fuente muerta.
Lo más sorprendente era la caja de agua
con su piedra blanca y la tinaja misteriosa.
¿Dónde estará la niña?, preguntaban las costureras.
Mi juego era sencillo, entraba en aquel mueble,
mi cuerpo se ajustaba a la madera,
era la misma sensación de estar en un cofre.
Durante toda la tarde me escondía,
casi sin respirar, para que no me encontraran,
sepultada, en la caja de agua.
VELADA
Cantábamos si la luz redentora te llama buen ser.
Y luego alguna mano pasaba un agua con pétalos de rosa,
una colonia de lavanda y cascarilla.
Y te llama con amor a la tierra,
las figuras vestidas de blanco se asoman a sus vasos,
donde la mano poderosa va dibujando imágenes.
Yo quisiera ver esos seres.
Sobre la mesa un búcaro colmado de rosas,
fragantes y rojas como la sangre inexistente.
Cantando alabanza al divino Enmanuel.
Un resplandor cruza vertiginoso sobre mis ojos
y a mi lado se transforma la voz de la clarividente,
sus manos se crispan,
oye buen ser, avanza y ven.
Hay otra persona a mi lado
que da las buenas noches,
pide agua y muchas flores para su tumba
y canta, canta mucho,
que este coro te llama y te dice ven.
Luz y progreso.
NOCHE DETENIDA EN LA MEMORIA
He descubierto nuevas sensaciones
que ha despertado en mí la tormenta,
a dos aguas caen las palabras
y la noche,
unidas en un mismo manto sobre mi techo.
Un rayo azuza las tinieblas,
el mundo comienza cuando se apagan los ojos,
el miedo nos envuelve,
los músculos detenidos
producen su música,
su vibración, su violencia.
FINA DAGA LUMINOSA
Ha caído sobre la ciudad una plaga de tinieblas,
las puertas de la noche se han abierto
y la tiniebla incontenible ha arrasado con mi rostro
y con el de mis hermanos.
Solo me queda hallar el candelabro,
encender sus siete luces,
vencer la negrura de esta noche sin fin.
Llegaría la luz a los ojos del ahorcado,
al futuro que descansa en el agua del vaso,
llegaría la luz y con ella
la ciudad volvería a su ritmo habitual.
Se perderían mis estrellas
ese tesoro místico que me dio la noche.
Perdería la fina daga luminosa
que pende del cielo,
esa horrorosa espada,
tan bella,
que me recuerda la vida.
Hay una plaza inmensa allá afuera.
Me separan de ella las ventanas,
la madera antigua con que fueron hechos los postigos.
Ya no veo la plaza, ahora la imagino.
Ahora sé por que ha resistido tantos años.
Está hecha de nada,
de recuerdos que le dan forma.
Y uno puede quitar las rejas, las estatuas,
quitar la plaza.
Caminar sobre la tierra espesa.
Mirar la iglesia, la torre, el campanario,
sentir el ruido del bronce que ahuyenta las palomas.
Mirar la plaza de lejos sobre el puente,
regresar luego a los arcos, a los portales.
Regresar a esas ruinas que aún no fueron fundadas,
regresar a uno mismo.
Y abrir los ojos, las ventanas,
caminar luego por la plaza.
Palparla tal como es, volver a hacerla,
morirse de viejo,
fundarla.
DUPLICACIÓN DEL TRUENO
Te veo sentado al borde de la fuente
mirando el camino que la tarde duplica,
que duplica el trueno.
Mueves los dedos bajo el agua imaginaria,
el agua te calma el calor.
En la plaza hace mucho tiempo que nadie canta,
que nadie aplaude bajo la lluvia,
que nadie saluda el bellísimo sonido
del trueno duplicado.
CAJA DE AGUA
Íbamos a la casa de unas costureras,
me sorprendía la penumbra de la sala,
los adornos de una gastada porcelana,
los tesoros de aquellas pobres damas.
Nunca las llamaba por su nombre,
era como deshacer el milagro,
yo no estaba.
Recuerdo un tocador inmenso
con sus piezas de mármol,
una cocina, y un lavabo preso en la madera,
como una fuente muerta.
Lo más sorprendente era la caja de agua
con su piedra blanca y la tinaja misteriosa.
¿Dónde estará la niña?, preguntaban las costureras.
Mi juego era sencillo, entraba en aquel mueble,
mi cuerpo se ajustaba a la madera,
era la misma sensación de estar en un cofre.
Durante toda la tarde me escondía,
casi sin respirar, para que no me encontraran,
sepultada, en la caja de agua.
VELADA
Cantábamos si la luz redentora te llama buen ser.
Y luego alguna mano pasaba un agua con pétalos de rosa,
una colonia de lavanda y cascarilla.
Y te llama con amor a la tierra,
las figuras vestidas de blanco se asoman a sus vasos,
donde la mano poderosa va dibujando imágenes.
Yo quisiera ver esos seres.
Sobre la mesa un búcaro colmado de rosas,
fragantes y rojas como la sangre inexistente.
Cantando alabanza al divino Enmanuel.
Un resplandor cruza vertiginoso sobre mis ojos
y a mi lado se transforma la voz de la clarividente,
sus manos se crispan,
oye buen ser, avanza y ven.
Hay otra persona a mi lado
que da las buenas noches,
pide agua y muchas flores para su tumba
y canta, canta mucho,
que este coro te llama y te dice ven.
Luz y progreso.
NOCHE DETENIDA EN LA MEMORIA
He descubierto nuevas sensaciones
que ha despertado en mí la tormenta,
a dos aguas caen las palabras
y la noche,
unidas en un mismo manto sobre mi techo.
Un rayo azuza las tinieblas,
el mundo comienza cuando se apagan los ojos,
el miedo nos envuelve,
los músculos detenidos
producen su música,
su vibración, su violencia.
FINA DAGA LUMINOSA
Ha caído sobre la ciudad una plaga de tinieblas,
las puertas de la noche se han abierto
y la tiniebla incontenible ha arrasado con mi rostro
y con el de mis hermanos.
Solo me queda hallar el candelabro,
encender sus siete luces,
vencer la negrura de esta noche sin fin.
Llegaría la luz a los ojos del ahorcado,
al futuro que descansa en el agua del vaso,
llegaría la luz y con ella
la ciudad volvería a su ritmo habitual.
Se perderían mis estrellas
ese tesoro místico que me dio la noche.
Perdería la fina daga luminosa
que pende del cielo,
esa horrorosa espada,
tan bella,
que me recuerda la vida.
1 comentario:
Hola:
Muy buen blog. He puesto un enlace a AlasCuba en Desde Cuba.
saludos,
Juan
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