viernes, 15 de octubre de 2010

Nelson Gudin (Pilon, 1966)


Nelson Gudín Benítez
(Pilón, Granma, 19.10.1966)

Poeta, narrador y actor.
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Graduado de técnico medio en Diseño Mecánico, es miembro de la UNEAC y del grupo Sur. Actualmente se desempeña como actor y guionista de programas audiovisuales en el Instituto Cubano de Radio y Televisión.

Ha publicado los libros:
  • La ciudad y el loco (Poesía), Editorial Extramuros, 2010
  • El país de los Pultos (Novela), Editorial Sanlope, 2010
Posee en proceso editorial El mundo de los ojos (Poesía), por Ediciones Bayamo, y, además, integra la antología de décimas Navegas, Isla de Oro, Editorial Gente Nueva, 2009.

Su obra ha sido reconocida con varios premios en concursos literarios territoriales y nacionales, de poesía para niños, narrativa y décimas. En el año 2006 le fue conferida la Orden por la Cultura Nacional.

Actualmente reside en Ciudad de La Habana.

( Dirección de correo electrónico: genes@cubarte.cult.cu )



del libro La ciudad y el Loco, 2010
DESPUES DE LA LLUVIA

Después
……….....................de la lluvia
……………............................................……lleva tiempo
acostumbrarse
………..….....................…..a descifrar
…………………................................……….calma
………………………...........................................…………..silencio
o mirar desde la ventana.
Antes de la lluvia blindados para el miedo.
—También la flecha pudo exterminar al hombre—.
Un día cambiaremos la flecha por la mano.
Un día, cuando deje de llover y se pierda
esta costumbre de mirar como locos.
En silencio una muchacha besa al amante,
Todavía queda olor a pólvora.
Detrás del beso sangre magia la esperanza de una ciudad.
Pasa un cartero sin sus manos.
Los carteros corren desesperados
a refugiar el alma, a disputarse los últimos amantes.
Después
…...................de la lluvia
………………….....................….sobresalto
……………………….......................………..duda
……………………………..............................………..miedo
de abrir
.....................la ventana
………...........................…encontrar
………………..................................……...una ciudad
..........................................................................................................que desconoces.


MALECÓN

El malecón no es un muro contra el mar
donde los hombres justifican el miedo,
la impotencia a pensar sencillamente lo contrario.
Las piedras no están vacías; en su desnudez hay hombres desnudos,
negados por otros que quizás mañana ocupen ese espacio.
No está hecho a las palabras.
Se puede ser soldado, maricón,
el mar es lo único importante.
El malecón es una puerta hacia el mar,
un sitio,
donde no pueden quitarte lo que piensas.


DOLOROSA PORCIÓN DE LA MEMORIA

Maldito sea el camino de los desmemoriados
que además de su cruz, cargarán las del exilio
(No el de los locos, ni el de los bienaventurados
del mar) sino, el exilio de Dulce, de Virgilio:

apartados de Dios, como los endemoniados.
Bendito sea el camino del que no tuvo auxilio
y continuó su andar con los pies amordazados
reducido a vivir como paria, como un cilio

de sus lágrimas, o las de sus antepasados.
Al final del camino tendremos a Virgilio,
a Dulce María. (Todos los no recordados)

incluyendo los desventurados del exilio,
para bendecir la cruz de los desmemoriados
y que el demonio también sea parte del concilio.


AUTODEFINICIÓN

Yo, que conozco todos los rincones,
fui calle, puente de una ciudad ajena,
amé el ruido y el hollín, fui reja, fuego, pez.
Yo, que fingí una mirada transparente,
una voz de trueno ante los ojos del mundo, sin poder gritar ni correr.
Yo, el poeta, en medio de la noche
me invento una ciudad donde guardar los sueños.


LA CIUDAD Y EL LOCO

Es posible la ciudad si esta casa,
sin esta lluvia cayendo poco a poco,
mas no existe la ciudad si ese loco,
que soy, que te mira cuando pasa.
Tu inexistencia no es una amenaza;
la ciudad vuelve a existir porque volviste.
Sí, dejamos de vivir cuando te fuiste,
el loco dejó de ser lo que antes era;
hasta que alguien me pidió que te trajera,
porque sin locos la ciudad no existe.
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viernes, 1 de octubre de 2010

Manuel Garcia Verdecia (Holguin, 1953)


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Manuel García Verdecia
(Marcané, Holguín, 5.10.1953)

Poeta, narrador, ensayista, profesor, traductor y editor.
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Licenciado en Lengua Inglesa y graduado de Lengua Francesa, obtuvo el grado de Master en Cultura Cubana con una tesis sobre la novela cubana de la década de 1930.

Ha sido profesor en universidades de Cuba, Canadá, República Checa y México. Su obra ensayística incluye autores cubanos como Alejo Carpentier, José Lezama Lima, Gastón Baquero, Eugenio Florit, e hispanoamericanos como Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Octavio Paz, Tomás Segovia, María Zambrano y José Saramago, entre otros.

Ha publicado los poemarios:

  • Incertidumbre de la lluvia, Ediciones Holguín, 1993 (Premio de la Ciudad).
  • Hebras, Editorial Lunarena, México, 2000.
  • Meditación de Odiseo a su regreso, 2001 (Premio Adelaida del Mármol).
  • Saga de Odiseo, Ediciones Unión, La Habana, 2006.
  • Hombre de la honda y de la piedra, Ediciones Unión, 2008.
  • Camino a Mandalay, Ediciones Holguín, 2008.

Así como:

  • La consagración de los contextos, ensayo, Ediciones Holguín, 1986 (Premio de la Ciudad).
  • La mágica palabra, ensayos, Ediciones Ámbito, 1991 (Premio de la Ciudad).
  • Travesías, cuentos, Ediciones Holguín, 2004.
  • Música de viento, cuentos, Editorial Oriente, 2005.
  • El día de La Cruz, novela, Editorial Oriente, 2008.

Y entre sus traducciones destacan:

  • Las musas inquietantes, selección de la poesía de Sylvia Plath, Editorial Holguín, 2002 (Premio Nacional de Edición).
  • Intimate strangers, antología de poesía cubano-canadiense, Editorial Hidden Brook Press, Toronto, 2004.
  • Meridiana, novela de Alice Walker, Editorial Arte y Literatura, La Habana, 2004.
  • Hojas de Hierba, poesía de Walt Whitman, Editorial Arte y Literatura, La Habana, 2006.
  • El profeta, de Khalil Gibram, Editorial Arte y Literatura, 2006.

Su obra, además, ha sido reconocida con:

2007
Premio “José Soler Puig” de novela, por su obra El día de La Cruz.
Premio UNEAC de Poesía “Julián del Casal”, por su cuaderno Hombre de la honda y de la piedra.

2008
XIII Premio de Poesía La Gaceta de Cuba, por su cuaderno Del tránsito de las almas.

2009
Primer Premio del Concurso Internacional “La poesía lleva alas” de la Editorial Voces de Hoy, Miami, USA.
Mención del Premio Casa de las Américas 2010, género poesía, por su cuaderno Antífona de las Islas.

( Dirección de correo electrónico: manuel.odiseo@gmail.com )


del libro Incertidumbre de la lluvia, 1993
REENCARNACIÓN

cae la lluvia
se desliza en murmullos por la cabellera de la ciudad
deslava los minutos detenidos en cada grano de polvo
luego escapa en silencio por las alcantarillas
con premura de muchacha que teme la vean desarreglada
es una imagen ya vista imagen que persiste y se reitera
renovada como un recuerdo del futuro
pero ahora el eslabón del acto roza el pedernal de la idea
y surte la chispa de la revelación
……….................……. agua círculo en rotación
………................................................…. entorno del pájaro y el pez camino al hombre
…......................…………. simpatía del cielo con la tierra
….............…………. aquí que también es allá
……..............................……. pasado que vuelve a ser presente
…................................………. resorte que se dispara a ser futuro.
¿acaso así tan sencillo ocurre?
¿es todo no más un carrusel de imágenes
espejos que se enfrentan y se multiplican?
y yo ¿quién soy en esta madeja que se devana?
soy el hombre del primer día
absorto de tanta realidad
pero dichoso de nombrar la lluvia
soy otro hombre dentro de cien años
que se conmueve igual ante estas gotas de eternidad.
cae la lluvia
aliento que reincide y se renueva
acaricia el lomo de la ciudad
lame sus mejillas
enjuaga los agravios de los días
y fluye
….......…. y fluye
…….............………y fluye
evocando otros minutos
otras ciudades otros rostros
anunciando otra lluvia
otras horas …. otro elegido.


del libro Hebras, 2000
BEATLES BLUES

pasadopasado ya es el sueño
es mucho polvo más de veinte años
desandamos por una pesadilla
el sueño es un recuerdo amigo un recuerdo.
íbamos con el pelo largo
como un largo deseo el largo pelo
nos regalábamos la lluvia y las madrugadas
el sol con un acorde en séptima
venía a decir que el tiempo no espera
nada te espera no nadie te espera.
dormíamos poco para no ensayar la muerte
no hay más tiempo amigo que este día
una guitarra y una muchacha
tan real como sus ojos y sus piernas
es mucho polvo más de veinte años sí.
en la noche reunidos como estrellas
en el cielo de Lucy con diamantes
a oír y oír las malas buenas placas
con el nuevo evangelio en las voces
eléctricas de John Paul George y Ringo
oh qué cerca andaba el mundo entonces!
en una chica y una canción cabía el mundo
Michelle ma belle
cada muchacha era ella
i need you i need you i need you
nunca serás Eleanor Rigby
que recogía el arroz de una boda ajena
nos jurábamos el arroz más fiel
look at all the lonely people
mira también a los enceguecidos
que no creen en canciones ni flores ni sexo
sino en algo muy serio y muy grande
como la cara nunca vista de dios.
teníamos una causa amigo
Sargeant Pepper’s lonely hearts club band
y ansiábamos un cielo de confitura
que se pudiera agarrar y comer
help! ... escuchen queridos viejos help!
déjennos hacerlo como podamos help!
un cielo sencillo en colores pop-art
y un peace-and-love brillando en lo más alto…

pero eso ya es pasado amigo
es mucho polvo más de veinte años
ya todo es menos
la muerte hace borrones en la memoria
la soledad aúlla en cada esquina
los sueños andan todo descosidos
y ellos son una sombra que gime en el aire.


del libro homónimo, 2001
MEDITACIÓN DE ODISEO A SU REGRESO

1
hemos hecho el amor como dos que escapan de la muerte
drogados por el loto del reencuentro
desde el centro que convoca al pez y el agua
se hace luz un resumen de instantes
de ausencias y permanencias
se suceden ternuras rostros aflicciones
ella se vuelve todas las mujeres
todo sexo habido arde en su sexo
con mil relámpagos alumbro sus carnes
y en la desgarradura del rayo último
rindo mi savia mis ansias mis quebrantos
he remontado los cielos tan alto
como la alondra que avistara la felicidad
y en el segundo antes de hundirme
en la penumbra de ese otro que me habita
quijotesco y socrático a la vez
atisbo un resplandor que se parece a la dicha
es un instante tan breve que no sé
si lo he vivido o lo he imaginado
pronto se difumina con el ácido de los recuerdos
cada victoria rememora mil angustias
cada victoria se diluye en cien derrotas
ay corazón mi hambriento roedor de ensueños
¿por qué no escapas a las trampas del recuerdo?
¿por qué no evades el veneno de amar tanto?

3
he vuelto a los míos tras excesos aventuras
y el fuego fatuo del renombre
de nuevo estoy en el punto de origen y destino
donde se desvanecen todos los artificios
esta es mi huerta esta es mi casa
aquí son mis amados
con júbilo hemos festejado el regreso
por esta vez bien servida fue la mesa
pero la espuma de la euforia ha mermado
como merma en la jarra de cerveza
e interrogo estas horas que no sé me explicar
no tengo la costumbre de la dicha
y creo por un momento haber sido tan feliz
que casi irrumpo en los predios de dios
para después volverme cáscara arrojada
no existe dicha que en su reverso
no lleve el lema del dolor
mientras más cave en ti el dolor
más alegría podrás contener
decía el profeta Gibram
pero el dolor excava tan hondo tan deprisa
que nunca es suficiente la alegría
así ahora soy un cometa de espanto
viajando sin remedio hacia la nada.

7
subimos una escala que no termina
en ocasiones entre el espasmo y el vértigo
nos sorprende un rellano respiramos
y continuamos la subida
nadie puede parar
el frío congela la sangre y aniquila
andar es la salvación y la condena
así consigue cada uno
su lumbre de felicidad
el barrendero que vuelve a casa
con la risa de un pan oscuramente tramitado
el niño que mastica su alegría
golosina ganada a algún forastero
el alarife que risueño torna en monedas
materiales birlados al patrón
el bebedor que hoy llena el vaso
y disuelve por ahora viejas penas
el estudiante orondo como un judío
porque ya sabe las mañas del mercado
el recluta con pase y cuarto prestado
que con su novia puede hoy
rehacer la historia de la tierra
todos hormigas que gustosos acarreamos
nuestro mínimo grano de azúcar
que el viento con un soplo nos puede hurtar
torpes insectos que volamos hacia una luz incierta
porque siempre hay en lo alto una llamita azul
que nos lanzamos a alcanzar
ignorando que nuestro ser está en el vuelo
y no en el hallazgo
la luz es sólo impulso canto aroma
la meta es la caída el fin la nada
poco sabemos de esa llama
¿dónde prende qué la aviva?
¿de cierto existe o es sólo un sueño?
nada sabemos mas la llama nos alimenta
¡tan leve llama y cuánta penumbra ahuyenta!
el caramillo hilvana toda la nostalgia del mundo
la nostalgia es el ansia insaciada de esa llama
porque el cono de arena se nos termina
y la llama vuela aún en la distancia.
miro a una estrella y me susurra
no mires a la llama ni a lo oscuro
sólo a tu flecha recorriendo su luz.

12
Abba ¿tampoco tú me oyes?
¿dónde entretienes tu mirada que hay
penas que no adviertes?
yo he visto el pavoroso rostro de la aflicción
¿de dónde vino lo que vino la isla sitiada
la familia dispersa la casa asolada la huerta mustia
la ciudad vagabunda sola en medio del camino?
¿quién lo mandó tu mano naturaleza
los caprichos de los hombres?
si el cielo es amplio en caminos
¿por qué seguimos este trillo pedregoso?
¡ah ventura si fueses benévola!
nos devolvieras la paz de los domingos
los paseos los almuerzos los cantos
las retretas las siestas las sonrisas
palabras tengo sólo palabras
mariposas de aire
¿de qué otra fuerza dispongo?
ya no tengo vigor ni oro ni ardides
sólo sueños memoria palabras
podría ahora mismo todo terminar
¿quién juega este ajedrez donde me pierdo?
habiendo regresado de la aventura
hoguera que quemó años y credos
señor te pido cuides de mis amados
estos árboles esta isla este dolor
para que nunca más dejemos lo que amamos.

13
hemos hecho el amor como dos que escapan de la muerte
endrogados por el loto del reencuentro
se hace luz un resumen de instantes
cada victoria rememora mil angustias
cada victoria se diluye en cien derrotas
tanto he esperado para ser feliz
he lastimado tanto mis sueños y mi cuerpo en el empeño
que la felicidad es una isla sepultada.


del libro Hombre de la honda y de la piedra, 2007
EL DESIERTO
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…….................................................……..........… Es el desierto, el desierto que crece indeteniblemente...
……………………………………...................................................……………… [José Lezama Lima]

arena arena arena
lengua secante que no se agota avanza en silencio imparable y todo lo somete
un inmenso reloj que marca un tiempo inmóvil ha roto su ampolleta e inflige sobre nuestras cabezas las heces de sus entrañas
nos sume en la prehistoria de masa estéril que abre fauces hambrientas para engullirnos
períodos calcinados millones de criaturas petrificadas tiempo triturado sin huevos ni raíces
la arena avanza con su ejército trasnochado avanza no cesa de cercarnos
sus cuchillos reumáticos casi nos desuellan
ríos frutos cuerpos pájaros estrellas se deshacen en un goteo asolador
se cristaliza el fluir se pulveriza en una permanencia de abismo sin aire
la arena atrofia las articulaciones del tiempo oculta en sus difusos cabellos los caminos posibles
mar de los extravíos planeta de las tormentas desolado cielo de los asesinos
el niño busca el agua desesperadamente hasta encontrar un páramo de acerado resplandor donde descubre su faz apergaminada
cabalga el joven para llevar una rosa llega momia con un nido de escarabajos en el pecho
hombres y mujeres se aparean en lecho de ascuas que los avienta en un tornado de fuego estéril
el ardiente jadeo todo lo vuelve polvo rosas de arena cuerpos de arena deseos sueños de arena
vasta babel granulosa donde nunca nos alzamos aunque mucho nos afanemos
nos enterramos sin resuello más hondo mientras más ansiamos
obliga al tráfago beduino la caravana sin punto fijo la escasa tienda la vigilancia sedienta en las pupilas
es el desierto hermana es el desierto seres amados
el desierto que crece indetenible
agua que se evapora al fuego que no transige
flores que cierran al fogaje de una bestia sorda ciega y sin paladar
aves que se pulverizan por rayos de un odio rabioso e insaciable
cuerpos que se petrifican en el horno de un sol homicida
todo se vuelve arena y arena y arena
desierto más extenso que los anhelos incumplidos
más impetuoso que el fuego de nuestra rabia acallada
heces del mal que devora al tiempo
el hombre es un fecundo sembrador de desiertos.


del libro homónimo, 2008
CAMINO A MANDALAY
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…………...........................................................…... Me piden lo profético que hay en mí, con melancolía.
....…………………..........................................................……………………………… [Pablo Neruda]

camino a Mandalay va el poeta
de dónde salta la frase
no sé late en mi mente suena en mi lengua
una oscura fuerza me hace pronunciarla
Mandalay Mandalay Mandalay
saboreo la palabra de extraña música
decir tu nombre despacio ya es el poema
sílabas que se avivan cuando las digo
se deshacen de un polvo antiguo y luminoso
granos de un afán por penetrar la penumbra
un deseo de entender qué hay más allá
de esos caminos esos árboles quemados
ese río que duerme su siesta de lagarto
Irawady que renace en los monzones
y lava el sol y el tiempo asentado en las pagodas
¿por qué yo que no he llegado hasta ti
te creo tan familiar sitio vivido y amado?
¿acaso otro yo anduvo tus polvorientos caminos
entró sediento en tus templos calcinados
se fatigó para buscar en la penumbra?
siempre hombres y mujeres van por tus senderos
elevan un polvo que se deshace en luminosa sombra
polvo que se pierde y se reencuentra
Mandalay de las vacas que pastan eternidad
de setecientas pagodas como pechos
que manan una leche de oscura luz
camino a Mandalay va el poeta
siento en mis labios el sagrado vaso de plata
calma la sed con un agua nueva
el olor del incienso que abre otras puertas
estatuillas de jade que contagian un ímpetu desconocido
quiero saber
………...........................................……. traspasar estos límites
donde me esclavizo y detengo
dejar atrás estas sendas de odio y mentira
Mandalay en tus cantos tus mantras
el tañido de gongs que ritman con los astros
hay algo que me habla y no sé
una oración silente pero honda
que entra en mi ser como el Irawady al mar
tan distante y tan antigua
me dices algo que sabe a verdad

Mandalay muéstrame tu luz
el dulce ciclo de solo ser
de extenderme en el polvo
los árboles el agua el aire
sé que voy en tu destino
camino a Mandalay siempre va el poeta.

lunes, 29 de marzo de 2010

Mariene Lufriu (Pinar del Rio, 1987)



Mariene Lufriú Rodríguez
(Pinar del Río, 23.07.1987)


Poeta, narradora y escritora para niños.

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Estudiante de 5to año de Licenciatura en Filología, Universidad de La Habana, es, además, egresada del Primer Seminario Nacional de Narrativa para jóvenes escritores ICL-Hotel Kafka / 2008 (Acción Conjunta España-Cuba), y egresada del XI Curso de Técnicas Narrativas/2008-2009 del Centro de Formación Literaria "Onelio Jorge Cardoso" (Cuidad de La Habana).

Ha publicado los poemarios:

  • La ruta incierta, Ediciones Loynaz, 2008.
  • Todos los semáforos en rojo, Editora Abril, 2009 (Premio CALENDARIO de POESÍA 2008).
Por su obra ha sido reconocida con:
  • Premio Internacional de Poesía “NOSSIDE-CARIBE/2003” (Cuidad de La Habana)
  • Cuatro Premios Colaterales/2005, Segundo Premio/2006, Tercer Premio/2008 y
    Tercer Premio/2009 en el Concurso Nacional de Literatura Erótica “Farraluque” (Cuidad de La Habana)
  • Mención/2007 y Premio/2009 en Beca Nacional de Creación “Sigifredo Álvarez Conesa (CNCC, Cuidad de La Habana)
  • Mención/2007 y Tercer Lugar/2008 en el Festival Nacional “CUBASONETO” (Sancti Spíritus)
  • Tercer Premio en Narrativa, Concurso Nacional “Mangle Rojo/2007” (Isla de la Juventud)
  • Premio en Literatura para niños, Concurso Provincial “Baragaño/2007” (Pinar del Río)
  • Premios en Poesía para niños, Poesía para adultos y Mención en Cuento para niños y jóvenes en el Concurso Literario Provincial “Eduardo Zamacois” (Pinar del Río)
  • Mención en Literatura para niños, Concurso Nacional “Hermanos Loynaz/2007” (Pinar del Río)
  • Premio Provincial D’Arte 2007 y 2009 (otorgado por la AHS Provincial a las obras artísticas más relevantes del año) (Pinar del Río)
  • Premio Nacional de Poesía “CALENDARIO/2008” (Cuidad de La Habana)
  • Mención en Poesía para niños en el Concurso Literario Nacional de la Ciudad “Fundación de Fernandina de Jagua/2009” (Cienfuegos)
  • Tercer Premio en el Concurso Nacional de Poesía “El Peregrino/2009” (Matanzas).
  • Premio de Poesía, 9nos Juegos Florales del tercer milenio, Matanzas 2010.
También, textos de su autoría (poesía y narrativa) aparecen publicados en Antologías, Revistas, Periódicos, Plegables, Tabloides y Soportes Digitales de Cuba y el extranjero (España, Italia y México).

( Direcciones de correo electrónico: lufriu@pinarte.cult.cu - angel@tele.upr.edu.cu )


del libro La ruta incierta, 2008
A UN CUALQUIERA DE LA CALLE “G”

Hombrecillo soez y cotidiano
a la caza de algo que no llega,
me gustó tanto ver que con tu mano
conseguías el don de la autoentrega.

Y lo hacías así, tan desprovisto
de paredes o techos o trincheras.
Ah, qué malo si no te hubiera visto
y qué bueno que tú nunca me vieras.

Si asombraste a la fatua señorita
con el público grito de tu cuita
mas no importa si así te sientes vivo.

Por mi parte, sin cargos de conciencia.
Quiero ver otra vez tal “indecencia”
y que nunca sospeches que te escribo.


MEDITACIONES EN LA ESQUINA DEL BURDEL

Me han dado unos billetes esta tarde
y luego de mirar, casi los quemo.
¿Por qué todos exhiben… - será alarde -
la estampa masculina en el extremo?

Quienes hacen pesillos tan machistas
se olvidan de cifrarle a las mujeres,
y luego, ni orgullosos ni egoístas,
los usan en comprar nuestros placeres.


Por eso respetemos su aventura
si así se presuponen nuestros amos.
Dejémonos de agobio y de censura.

con eso del dinero y los reclamos,
¿qué importa que les pongan su figura
si luego las mujeres lo gastamos?


del libro Todos los semáforos en rojo, 2009
VICIOS, MISERIAS, Y UN VIEJO DOGMA LLAMADO DESTINO

Ni siquiera había nacido
y ya mis padres
juntaban las manos
sobre sus cabezas,
miraban al cielo
y pedían a Dios
que yo fuera normal:
con todos los dedos, las partes,
las ideas
que exigiría mi tiempo.
Así crecí,
al margen de los huecos y descampados
que también conforman el alma.
Fui todo lo necesario
para que mis padres
volvieran a mirar al cielo
y dijeran gracias:
Dios me había armado
como rogaron alguna vez.
Ante el ojo inquisidor
de mi ciudad
yo era normal.

Ante el mismo ojo
–esta vez ciego–
de mi ciudad
me precipitaba al fondo de los huecos
y me hundía en la soledad
de los descampados
que también conforman el alma.
Poco importaba mi condición
de semilla estéril
porque la gente que pasara cerca
habría de encantarse
con mi frescura eterna de árbol.
Yo sería un hilo más en el mantel,
otra simétrica raya del tigre,
la gota idéntica y sumisa
que se despeña
con el torrente de una época.
Perdón y vergüenza
si se me escapara en público
la diferencia.
Así me escurro
entre los años
y agradezco casi con rencor
a los que me hicieron normal,
que también incluye
dibujarme a ratos
la inequívoca sonrisa de conformidad.
Hasta yo me acostumbro a ser normal,
y me lo creo…
pero mis padres
nunca confiaron en los milagros
ni están seguros de que Dios
los haya escuchado
la primera vez
que juntaron las manos
sobre sus cabezas
y miraron al cielo.


PUENTES

........................................................Hay en el Sur más de un portón gastado
..............................................................................................[J. L. Borges]


Escucho el tibio aullar de una manada
que es siempre el anagrama de una fuga.
Es casi más de un pueblo que conjuga
partir por una angustia demorada.

Crecí bajo el adiós del que se exilia
y deja en el umbral lágrima y canto.
También he sido presa del espanto
traidor que me cercena la familia.

Yo sigo inamovible, tras el muro,
solícita acrobacia del conjuro
que tantos han armado alguna vez.

Yo soy el vino eterno de esta uva
aún cuando a mi paso digan Cuba
y dentro de mi playa grite el pez.


CONFESIÓN

Me vengo sin Patria,
colonízame.
Me vengo sin brújulas,
por favor, oriéntame.
Me vengo sin amuletos,
sé gentil, embrújame…
Pero no me vengo con ganas,
vístete.


del libro Hemoglobina baja – Inédito.
LA AMANTE

A veces
yo soy una mujer negra
negra como los golpes
como la angustia.
Una mujer
del color de los refugios
y los escondites
y los cuartos cerrados.
Negra como las mercancías
que no se enseñan.
Me aprendo de memoria
si quiero tocarme
y busco a tientas en mi oscuridad
algún camino que me salve.
A veces
yo soy una mujer negra
negra como los trozos de carbón
y triste como ellos
cuando no sacan lumbre.
Pago mi condena

en los sitios ignotos
de la ciudad
donde me finjo feliz
mientras alguien
me cabalga aprisa.
A veces
yo soy una mujer negra
y sin nombre.


LOS EXILIADOS

Todavía la familia los busca
con la misma tristeza del ciego
que va al teatro
y se sienta en primera fila
la noche de las máscaras.


IMITACIÓN

Yo tenía unos peces..moribundos,
y no pude saber cuándo escapaban.
Las palabras oscuras que tragaban
me ocultaron la angustia de sus mundos.
Y mis peces se fueron al alarde
de enfrentar a las olas carniceras.
Solas, tristes, vacías sus peceras
colorean su ausencia cada tarde.
Mis peces se cansaron de callar.
por eso se lanzaron a otro mar
de espacios liberados y profundos.
Mis peces se han anclado en mi memoria
repitiéndose siempre aquella historia
en los hombres que tengo…..moribundos.
.
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LA GUERRA

En el hueco de un país lejano hay un hombre.
En el hueco de un hombre hay un recuerdo de familia.
En el hueco de una familia
hay una madre triste, una esposa sola y unos hijos flacos
cavando una tumba.
En el hueco de una tumba
sepultan el grito de un hombre
que se quedó en el hueco de un país lejano.
La madre triste, la esposa sola y los hijos flacos
se distinguen en la multitud.
Todos tienen un hueco en el pecho.
.
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martes, 1 de diciembre de 2009

Lourdes González (Holguin, 1952)

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Lourdes María González Herrero
(Holguín, 1952)

Poeta y narradora.

Es miembro de la UNEAC y de su Consejo Nacional, preside la Filial de Escritores en Holguín, dirige el Centro de Promoción y Desarrollo de la Literatura Pedro Ortiz, el Sello Ediciones Holguín, y la revista de Arte y Literatura "Diéresis".

Ha publicado los poemarios:
  • Tenaces como el fuego (Premio de la Ciudad, 1986).
  • La semejante costumbre que nos une (Premio de la Ciudad, 1988).
  • Una libertad real (Primera Mención en el Premio de Poesía "Julián del Casal", UNEAC, 1989, y Premio de la Ciudad, 1991).
  • La desmemoria (Premio de Poesía "Adelaida del Mármol" para las provincias orientales, 1992).
  • El luminoso pájaro de la memoria (Editorial Lunarena de Puebla, México, 1999).
  • En la orilla derecha del Nilo (Premio Nacional de Poesía “Julián del Casal”, UNEAC, 1999; Ediciones Unión, 2000).
  • Fijeza del Amor (selección de poemas publicado por Ediciones Holguín, 2002).
  • Los días del verano (Premio Especial de Poesía “Bicentenario de José María Heredia”, 2003; Editorial Oriente, 2003).
  • Pasajera la lluvia (antología poética publicada por la Editorial Letras Cubanas, 2003).
  • Afuera sangran los caballos (Ediciones Unión, 2008).
  • El hijo de la arpista (Ediciones Oriente, 2010).

Y los libros:
1992, Acercamiento a la poesía de habla hispana escrita por mujeres, crónicas.
1999, Papeles de un naufragio, narrativa, Premio de la Ciudad 1997 (traducido al francés y publicado por la Editorial francesa Indigo en el año 2002, y reeditado por la Editorial Letras Cubanas en el 2006).
2003, María Toda, novela, Editorial Oriente (reeditada por Ediciones Holguín, y en el 2009 publicada su traducción en la Editorial Iacobelli, de Italia)
2005, Sur la rive droite du Nil, Editorial Caracteres, Francia.
2006, Las Edades Transparentes, novela, Editorial Oriente (Premio de la Crítica en el 2007, y reeditada en el año 2008 por la Editorial Letras Cubanas).
2008, La sombra del paisaje, cuentos (Premio Nacional de Cuentos "Guillermo Vidal")

Además, ha obtenido los reconocimientos:

1999, Premio Nacional a la Mejor Edición de Libros de Editoriales Provinciales.
2005, Premio de Cuento "La Llama Doble" y el Premio Oriente de Novela "José Soler Puig".
2007, Mención en el Premio Casa de las Américas por su novela inédita El amanuense.
Distinción por la Cultura Nacional.

Su obra ha sido recogida en diversas publicaciones nacionales y extranjeras. En el año 1997 fue incluida en la Enciclopedia de la Literatura Latinoamericana.

( Dirección de correo electrónico lourdes@baibrama.cult.cu )


del libro En la orilla derecha del Nilo (Ediciones Unión, 2000)
DESLÍZATE A LA MAR, BARCA DEVOTA.

................................................nueva canción de Orfeo para mi hijo

Deslízate a la mar, barca devota,
y cruza los paisajes con tu inocencia
en estos tiempos en que las naves tienen que ganar.
Tú que aún superas para ti el origen
de la ciudad pequeña, dulce, desmembrada,
hazte a la mar de la memoria y boga,
cruza océanos de dudas, noches de réquiem,
deshace el mito para volver a ser,
no te devuelvas a la orilla sin la esperada prenda,
trae peces ........................ y trae orgullo
que para ti vibra mi alma en la ausencia.

No puedo practicar ningún oficio en los días que corren,
no existe ningún oficio para mí,
pero tú, barca infantil,
boga, deslízate,
atraviesa el agua cada vez más peligrosa
y vuelve para que yo te escuche
aunque sea en el día de mi muerte.

Yo pudiera inventarte algún Pequeño Anceo,
una tribuna y un heraldo,
pero serían palabras,
y las palabras nunca te salvarán de las corrientes
donde los viejos cantos pierden su sentido
y el mar
pierde su distancia.
Isla, pedazo de tierra que conozco,
dale a mi hijo un remo
antes que las actuales olas lo invadan todo
y sólo quede el eco de aquel coro increíble.
Isla, razón,
dale a mi hijo un buen pretexto para el viaje
y déjalo, barca de sueños,
rendir el verdadero himno,
encontrando los símbolos de esta noche,
esta larga noche, de este valle infértil,
pero propio.

Deslízate por la única ruta
y da calor a las costumbres,
verás, pequeña nave promisoria,
verás de cerca y vivirás
lo que hoy te cuento como si fuera un pasaje remoto de la vida.
Tocarás la llama
porque eres también la cifra oculta,
boga, lento y seguro,
sé timonel y encántate con las ofrendas,
pero no olvides regresar.
Te brindarán en el camino rojas flores,
te darán vino y el placer que dura poco,
tómalo todo y luego
deslízate a la mar sin lamentarte nunca de ese viaje.

Pequeño encantador de mi pena,
tráeme la dignidad de la memoria
que yo te esperaré
aunque llegues el día de mi muerte.


del libro Los días del verano (Editorial Oriente, 2003)
POEMA DE LOS POBRES PARAÍSOS

......................................................"Lánguido va el recuerdo"
.................................................................. [ Luis Cernuda ]

La coincidencia es una.
Mirábamos la belleza de los jóvenes cuerpos cuando aún disponíamos del gozo de volver a la sombra de unas manos nutricias.
Admiramos la belleza de los cuerpos más jóvenes, y al final, en la casa vencida, contemplamos sus siluetas como quien ve la lluvia rodar por los cristales.
En nada hemos cambiado.
Afuera sigue el tiempo, confuso y agresivo, en su tremendo esfuerzo por ganarnos los días.
El mundo es un abismo al que llegamos, del que partimos, la residencia es nula. Nada pesa ganado ni perdido. Nada nos pertenece, ni siquiera el delirio.
Pero estar desasidos, abrazados al aire, guardando los fragmentos del hoy perecedero, es quizás la sustancia del vivir.
Mañana, habrá que establecer las diferencias entre la libertad y la adicción, de modo que podamos conmovernos.
Los cuerpos que buscamos con las manos, se ocultan, se van tras los hinchados mediodías, desafiando los muros que hemos levantado para impedir hundirnos en el mar.
Es demasiado olvido el de morir.
Y escoger las sutiles pertenencias del dominio, es sólo un sueño más, tan intenso como el de la contemplación de un cuerpo, ignorando que el alma regresará después a la desesperanza.


del libro Papeles de un naufragio (Editorial Letras Cubanas, 2006)
ME HACE BIEN

Sobre mi cama, ensoñando, me hace bien pensar en ti. Desearte como no te deseo en realidad. Inventar para ti otro nombre, otra edad, otra voz y otro cuerpo. Los gestos casi siempre los dejo, son como apoyos, le sirven a la incorporación del resto, de lo que pongo y opongo a y en ti. Y te veo no como realmente ahora te veo, sino como no eres.
Trazada esta nueva identidad me hace bien decirte algunas cosas que nunca te digo y que presumo incluso de nunca pensar en decirlas, te susurro mediocridades e incoherencias, pero también bondades y bellezas; hablo en fin contigo, cuando tú sabes que casi nunca hablo contigo.
Mientras me ensueño aletargada pienso en cien formas diferentes de haberte conocido, cambio el escenario y la hora: te conocí en Venecia, en el lago Castelvecchio, te conocí en Irlanda una tarde lluviosa cuando comprabas tu primer regalo, te conocí en la Habana, hace veinte años, en la otra Habana donde vivir era una alegría constante –y un poco trabajosa–, te conocí después en el Mediterráneo, aquel verano, te he conocido tantas veces que al fin ya nunca más recordaré cuándo en realidad te conocí.
Otra variante que me hace bien es asociarte a detalles de mi vida personal que no conoces, por ejemplo, te asocio a mis primeros años –que nunca he recordado–, te asocio a los mejores tiempos de estudiante –y a los peores, que son más–, te asocio a Santiago y el amor en cualquier parte y con la misma persona, te asocio al primer poema a un patio colonial, aquel primer poema hecho en Santiago con amor a una sola persona en todas partes. Te asocio a las desilusiones literarias y al primer libro, cuando no lo creía aún, cuando ignoraba que ser poeta es estar loco de remate y más. Te asocio a la maternidad y a mi manera errática de ver pasar la vida. Te asocio a los divorcios y a las uniones que nunca tuvieron tanta importancia.
Sobre mi cama me hace bien pensar en ti, veinte años después, cuando sigas siendo una persona indócil y sensata, cuando no quieras las cosas que ahora quieres, cuando ni tú puedas saber ya nada más de mí, y yo me levante dispuesta a no seguirme haciendo bien.


HÁBILES HAN DE SER

Hábiles han de ser los escritores, ya que no tienen ante sí las fantasías ni las rarezas y con sólo una orden deben hacer funcionar las ideas.
Muy hábiles han de ser para que un poema o un cuento se parezca a ellos y ellos a la vida y la vida de ellos a la cultura nacional.
Y hábiles han de ser porque si nadie los descubre, si después de veinte años ya nadie los descubre, por razones diversas y conversas, entonces ellos mismos han de leerse enteramente y siempre, y amar sólo aquello que sintieron y sentir sólo aquello que escribieron, y se les va la vida en las palabras y no pueden renunciar porque no saben.
Hábiles han de ser, y casi locos, para tornarse hilos de letras y dejar, obviar a los demás, importándoles sólo la forma, la imagen, las puertas que nunca se abrirán si por razones disímiles alguien no los descubre y hace que sus palabras, unidas por amor y por horror, lleguen a ser leídas.
Hábiles, muy hábiles han de ser los escritores.


del libro Afuera sangran los caballos (Ediciones Unión, 2008)
EL DRAGÓN DEL SILENCIO

Miro el ojo dorado de la culpa y dentro veo los brumosos contornos de otra isla llamada leyenda.
Me exijo una concentración fascinada para adentrarme en el silencio, para percibir dentro de él las causas de mi constante apego a la casa del dolor.
El riesgo es colosalmente intenso.
Detrás de los nublados horizontes está la mano de mi madre extendida para salvarse. Detrás permanece el que sabe bogar contra la corriente pero no sabe aún vencer.
Se expande el círculo y se inserta la corona arruinada que es el blasón de mi edad, va perdiendo fuerzas la mísera sensación de vivir acechando las campanas del agua, las formas de la harina, los vacíos en las estaciones de la mesa.
El silencio engendra poder. Dicen que asegura que la dicha surja como el agua de un manantial.
El peligro es inexorable.
Miro el ojo dorado del miedo. En él hay una sombra que me conquista. Es la sombra del día de mi nacimiento. La sombra del lugar donde lloré, la sombra del esfuerzo que se vuelve cada vez más difusa, más lejana, que se deja de ver y queda sólo el resplandor dorado del olvido, y el silencio.


del libro inédito El Hijo de la Arpista
LOS PABELLONES

Llueve sobre los pabellones.
El cielo oscurece las claraboyas y, no obstante, si extiendo mi mano ella alcanza a tocar las cúpulas y los granos.
Estamos hechos a semejanza de lo efímero.
Permanecemos tumbados en los largos mediodías sin saber por qué. Sin embargo, volvemos a encontrarnos en las sábanas, frías desde el amanecer.
Nos descubrimos rehaciendo las paredes, llevamos años rehaciéndolas con nuestras manos inútiles. La inutilidad es una rara posesión que oprime, oprime, cerca.

Veo a través de las ventanas el brillo de las pieles de las lagartijas acomodadas bajo la lluvia, entre las hojas de las malangas, pequeñas en la dimensión del mundo.
Abarco las distancias con las manos, sumergiéndolas en las fuentes para tocar sus aguas.
Examino las fronteras, los abismos que simulan restablecer el vacío para que yo me equivoque y muera, pero ya estoy muerta, he comenzado la faena muerta, sola mi sombra va entre las palabras matando los sueños. No los deseo. Me basta el sueño intranquilo del Príncipe.

(Escribo me basta y quedo quieta, mientras mis manos van detrás de los cuerpos amados. Engaño a los cuerpos amados. Sueños como el delirio del Príncipe).

Las tardes en los pabellones son castigadas pese a la lluvia cayendo en los torrentes de la memoria mal tratada, es decir, mal construida, es decir, en la mala memoria, en la que no guarda lo necesario, en la que no almacena las costumbres: comer dentro de un hondo plato, fatigarnos mirando los perfiles que asoman como desconocidos en el espejo, cruzar las zonas blancas de las calles, evadidos del polvo, fugitivos, huyendo de una sombra que nos persigue, que nos oprime, nos cerca.
Humilde despertar del que se sabe muerto.

Abro los ojos desde la realidad de la muerte para mirar inobediente el mundo, el fragmento que he logrado mirar y en el que sin embargo veo los cuerpos amados, el triunfo. Si logro convocarlos aunque sea dudosamente, descansaré aún más, bajo la manta azul, segura, mientras el agua en ondas persiste sobre los pabellones.

Qué jubiloso origen el descanso. Qué jubiloso punto, oculto a las curiosidades, sin apariencia posible.
Dame el derecho a estar en la memoria sólo el tiempo necesario para volver a los cuerpos amados como se vuelve al viaje de la despedida, al tren de las infancias, a la gloria repartida en las pequeñas marginaciones. Un instante en la muerte para entreabrir la vida, un solo color y el milagro sucederá como un arribo, como un tocar al fin las puntas de la madeja que se busca y se busca y se vuelve a buscar, hilando en las huidas.

Qué regocijo al fin la sombra, como el del íbice que aparenta tranquilidad mientras huye, cuando clama desde su fondo por una dulce quietud y su corazón se agita, cada vez más, siguiendo el camino por la línea de las marcas.

Es el pasado, la bóveda entre los tiempos.
Cuánto clamoroso regocijo da el saber que pudiendo ser tantas se es para siempre una.

Llueve sobre los pabellones. Tengo la impresión de que el agua puede desbaratar la casa que hemos construido, pero ya sé que no basta una impresión, sería necesaria una imagen: puertas y puertas, rejas, papeles, cromos, revestimientos, figuras flotando sobre el mar desbordado en los mosaicos.
No basta una impresión y mis ojos están ciegos.

Qué dicha la de volver a la libertad de la sombra, remitida al fruto que se apetece. Lo sabía antes de morir, lo supe antes de cruzar. Puedo todavía retener ciertas bondades de la memoria mal tratada. Algo que no todos decimos.

El tiempo cruza como el zorro de emilio rondando las edades, pero es apenas un animal que intimida, y, además, el agua cae con fuerza impidiendo cualquier demostración del miedo que se siente ante el impulso de crecer. Ante la vida.

Me protejo del agua por primera vez.
Me apetece escucharla. Corporeización del mito de una realidad que apenas está en las páginas de un libro, metáfora de la verdad, de la verdad leve que aparece al morir para expresar la vaguedad con la que se ha vivido.

Los pabellones persisten –como el Príncipe- en crear un sueño, sobre ellos la lluvia furiosamente lo arrasa, arrasa todas las batallas, y, por momentos, en el sonido metálico del agua me parece escuchar el leve roce de los cuerpos amados, la leve obstinación del amor, sus vicios.

Qué fortuna da el imaginar, con cuánto ardor se unen entonces los deseos para formar un impulso: el de entreabrir la muerte para tomar la vida.

(Hay que estar muerto para ser condescendiente, hay que tener, como yo, al alcance de las manos, las distancias que no voy a cruzar, las cúpulas y los granos que sólo tocaré si fallara mi memoria mal tratada, es decir, mi mala memoria).

Llueve sobre los pabellones mientras el tiempo me excluye, prescinde de mí en las calles estrechas que circundan los espacios. Sería aterrador estar vivo persiguiendo a la Quimera, cumpliendo con el destino. Pero con qué gozo transito conociendo la ruta de los torsos amados y de las manos, libres ahora del presente, emancipados, irreductibles a pesar del agua que en furiosas ondas cae sobre los pabellones.