lunes, 25 de julio de 2011

Enrique Sacerio-Gari (Sagua la Grande, 1945)



Enrique Sacerio-Garí
(Sagua la Grande, Villa Clara, 2.08.1945)

Poeta, ensayista, traductor y editor.

Es Licenciado en Ingeniería y en Literatura por la Universidad de Connecticut. Realizó su doctorado en la Universidad de Yale con la tesis "Borges: una literatura intertextual".

Actualmente ocupa la Cátedra Dorothy Nepper Marshall de Estudios Hispanoamericanos en Bryn Mawr College en Pennsylvania.

Ha publicado los poemarios:
Comunión (poema concreto)
Poemas interreales (Pennsylvania, 1981; Madrid, 1999; La Habana, 2004).

Con Emir Rodríguez Monegal editó Textos cautivos: ensayos y reseñas en “El Hogar” (Tusquets, 1986), textos de Borges, sobre cuya obra ha publicado varios estudios.

Preparó para la "Heath Anthology of American Literature" una traducción, introducción y guía de estudio de “Nuestra América” de José Martí.

Otros trabajos de traducción incluyen "Ten Ways to Reach Cuba" de Enrique Sosa Rodríguez y la "Oda a la tipografía" de Pablo Neruda al inglés y “Jabberwocky” de Lewis Carroll al español.

( Dirección de correo electrónico: poetsol@comcast.net )



CAFÉ INTERREAL

Coffee
sabor igual, beso apagado
tus manos coagulan el fluir
de palabras marchitas
en el vaivén de sillas,
mostradores de oídos impronunciables
y la temblorosa cucharita blanca

Te revuelvo…
se marean los anillos disformes
al aborde de mis ojos
y desaparecen concéntricos
en tus dedos
pero el vórtice refracto de mirada
reluce el ciego punto inmóvil

Inspirar…sumergirme…
flotar a la otra orilla
saltar de mesa en mesa
de la boca al plato
de los resabios a la espuma
hacia la arena prieta en la garganta

(Quinientas tacitas de olas negras
velaron a mi abuela
aquella noche del alacrán
se esfumaron los párpados
para entibiar murmullos cabizbajos
para que los cocuyos se posaran
para que las uñas
el pelo y los pétalos crecieran
como para ella…)

Coffee
sabor de las despedidas
errante fénix herido
(arena empaquetada)

Te revuelvo…
babeas sombras y luces
en caótica espiral…
«what is it this time, mister?
MISter
MISTER»
déme una tacita de café
(sabor igual, mis labios negros
el recuerdo…)
«what?»


CONTORNO

Hay una palabra
próxima
que no existe,
la mano del manco
que acaricia,
una luz de Narciso
en el desierto
que es el todo
de la nada
que nos cuenta.

Hay una palabra
que falta,
que se escapa
por los granos
y las gotas,
algo humano
que resiste
y da vueltas:
la noche
en la tinta
del crepúsculo.

Hay un poema
que dice todo
lo que siento,
que quema
los silencios,
las cenizas
de la historia
dando vueltas
escribiendo
las palabras
que faltan…


CADA DÍA
................................ sin John Lennon

Cada día es más fácil morir
con un poquito de plomo 38
llevándonos
el semáforo sangriento
de los titulares.

Cada día es más fácil morir
la muerte de los Juanes y los Pablos
el vidrio que topa la pupila
en las calles de Nueva York
y los portales de Calcuta …

Dame la mano,
hermano de esta muerte
del pueblo de los pueblos
solitarios
de la roca
anclada
en el asfalto celeste …

Cada día es más fácil morir
con un poquito de muerte amistosa


MONODIA POLIFÓNICA

1
Hermano debajo
de los escombros
pastor de arena
sin nombre
que buscó lo verde
y se hizo pueblo
entre los ríos,
te saco al sol
y a la luna
para que vean tu cara
y tu cabellera
y tiemble la tierra
en batalla tan injusta.
Relinchan las estrellas
contra el fuego
dirigido
que cae
sobre tu lecho.

Eras padre
en tu morada
en tu tierra
corazón de rebaño
en el desierto
ramas a la vera
de las aguas...
y transformaron
tu trigo en cardo
y en tus ojos cayeron
colinas peladas
y aguas muertas.

Mueres en la vida,
vivirás en la lluvia
que busca sus charcos.

2
Hermana viuda
en la tarde sin mañana
preparas
berenjena rellena
de cordero,
la lengua del juez
que resuena
y delata los crímenes
contra tu pueblo.
¡Quién te diera
un prójimo de paz!
¡Quién te diera
una posada en el camino
que huye de la guerra!
Te lanzan flechas
como lenguas asesinas,
rebaños de engaños,
y el uniforme disfrazado
de desierto envenena
tus arroyos.
Tus párpados de lamento
volverán a las plazas
para despertar
en grito unido
y romper la guarida
de los chacales.

3
Niñas y niños,
mortajas blancas
sobre los hombros vivos,
la vida vuelve a las ventanas
y las calles recién barridas
oyen una elegía funeral.

¿Entenderán esto las naciones?
¿Quién apretará el gatillo
de una cámara
para mostrarnos la sangre
entre ríos rodeando
las cunas salpicadas
de civilización?

El ganado muge,
las cigüeñas huyen
de sus nidos,
y las madres levantan
a los niños sonrientes,
amortajados de blanco
en la mirilla
de los soldados
de los candidatos.


CICLÓN EN OASIS

Contemplada la vida
después que ya pasaste
sin tus ojos de mar
ni sonrisas, ni labios,
el vórtice de quererte
no me suelta jamás.

En silencio las palmas
se ahogan con el viento
doblando para siempre
tus palabras de amor
y el perfume de un sueño
ardiente al pasar.

Desesperadamente
en este manantial
tantas aguas que sobran
tantas velas sin mar:
atormentado oasis
de saber el final.

Gira y gira la sombra
en la frente fluyente
de tu sangre que ruge
arremolinada en mí
como lento ciclón
en oasis perdido.


DESDE LOS CAYOS MÁRTIRES

Martí llegó por el norte
desde el norte
y abrazó a Cayo Hueso
pero siempre miraba
hacia el sur
porque allí estaba
la isla, la patria
más sur y más bella
desde lo southernmost.

Lo más al sur
no puede ser más que Cuba
para los hijos que la aman,
todos los hijos que la miran.
la miran desde las cárceles.
la miran desde los rascacielos
que caen dolorosos.
Desde los balcones de plata
la miran.
Desde puertas humildes
todos quieren alcanzarla.
Los que la pierden
la miran.
Y baten las olas
en el pozo de las manos
y saltan
por las nubes
que unen
todos los ojos.
Desde los postigos
al pueblo abiertos
todos miran
al pueblo abierto.

No hay más Sur
que Cuba
desde lo southernmost
ni más norte
que Martí.


CUARTETO ELEMENTAL

I
Como algo de poleas
que se traba,
carros blandos
que marchan
por la espuma,
y el desgaste
plateado
de la luna.
Las olas
ya se acercan
con cautela,
flechas con blanco
demasiado cierto
que ni el malecón
las reconoce.
Será el amor
perdido
en la distancia
o lágrimas
que rompen
en La Habana.

II
Cámara oscura
de aire de sombras
sólidas como cúpulas
y astas. Sin sintonía
retumban las campanas.
Los relojes, pisadas
que no vuelven,
las ráfagas
en la memoria fija,
los cocuyos del pulso
de la noche.

III
Incandescentes
hileras del horno
ardientes las alturas
y las cuevas.
Pinceladas de El Morro
que sorprende
el largo beso
y la mirada triste.
En el fiel
de la fiebre
las estrellas
y en el tacto
del pan
la mula terca.
Sabemos
de estos golpes
de la vida.

IV
Al borde
de la taza
en el blanco
y negro
archipiélago
que queda
de la borra,
el terruño
de piel
en la garganta
y montañas
de jutías
y cazadores
de cabeza
y la piedra
perdida
en la calzada.


SIN

No hay nada más
que discutir:
esta lata es verde
y ya no pesa
porque está
vacía
el medio limón
intacto pero
sin jugo.

¿De qué color
eran tus ojos?
Mirar sin ver.
¿Se puede ver
sin mirar?
Poco a poco
los dedos
y la frente
van perdiendo
el sentido
de las cosas.
A mi lado
tu cuerpo
frente a mí
tu ausencia.

No hay nada
más que mas.

Sin tacto
en la mirada
sin pan
en el horno
sin callar
sin palabras
sin irse
sin volver
sin romper
el día
la sintaxis
se acumula
sin sobrar
n o h a y n a d a
m a´s q u e h a b l a r

Entonces el polvo
de la noche
se acumula
en los espejos
y circula
desde el pozo
de los ciegos.


SON

Como cenizas
que regresan a la isla
con las olas
o palabras tristes
acumuladas desde lejos
como migajas
endurecidas en el bosque
en la mandíbula de las hormigas
o manchas húmedas
sin trillo certero,
las palabras
quieren secar su tinta
en el papel cubano
por fin
como cenizas
que regresan a la isla...

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