lunes, 30 de marzo de 2009

Carlos Esquivel (Elia, 1968)


Carlos Alberto Esquivel Guerra
(Elia, Las Tunas, 7.08.1968)
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Poeta, narrador y ensayista.
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Es miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y la Asociación Hermanos Saíz de Jóvenes Creadores (AHS).
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Entre sus libros publicados aparecen:
  • Perros ladrándole a Dios (poesía, 1999).
  • Fuera del círculo (poesía, 2002).
  • Balada de los perros oscuros (poesía, 2001).
  • Tren de Oriente (poesía, 2001).
  • Los animales del cuerpo (cuento, 2001).
  • Los epigramas malditos (poesía, 2001).
  • Una ventana al cielo (cuento, 2002).
  • La Isla imposible y otras mujeres (cuento, 2002).
  • El boulevard de los Capuchinos (poesía, 2003).
  • La segunda isla (poesía, 2004).
  • Zona negra (poesía, 2005).
  • Bala de cañón (poesía, 2006).
  • Toque de queda (poesía, 2006).
  • Matando a los pieles rojas (poesía, 2008).
  • Los hijos del kamikaze (poesía, 2008).
Sus textos, además, son recogidos en diversas revistas nacionales e hispanoamericanas; así como en varias antologías de poesía y narrativa breve, entre ellas: Poesía cubana hoy (España, 1995), Aguas del ciervo que canta (Cuba, 1996), Cuentos eróticos (Cuba, 2001), Palabras de sombra difícil (Cuba, 2001), Los parques (Cuba, 2002), Poesía Cósmica Cubana (Tercer tomo, México, 2002), Que caí bajo la noche (Cuba, 2003), Cien poemas cubanos del Siglo XX (Puerto Rico, 2005), Habana en negro (Italia, 2006), Maneras de narrar (Cuba, 2006), Los que cuentan (Cuba, 2007), Premio Jara Carrillo (España, 2007), Entre los poros y las estrellas (Cuba, 2008), Árbol de la esperanza, antología de décimas hispanoamericanas (Cuba, 2008), Aedas en el estadio (Cuba, 2009).

Por su obra ha sido distinguido con varios premios nacionales e internacionales, de ellos:
  • Emilio Ballagas (poesía, 1995).
  • 25 Aniversario del Periódico Trabajadores (poesía, 1995).
  • Iberoamericano Cucalambé de la Décima Escrita (poesía, 1998).
  • Raúl Gómez García (poesía, 1998).
  • Raúl Gómez García (ensayo, 1998).
  • Rubén Martínez Villena (ensayo, 1998).
  • Rubén Martínez Villena (poesía, 1998).
  • Cuentos eróticos (cuento, 1998).
  • Mejor Ópera Prima del año (poesía, 1999, con el libro “Perros ladrándole a Dios”).
  • Regino Botti (cuento, 2000).
  • Oriente (cuento, 2000).
  • Manuel Cofiño (cuento, 2001).
  • Beca El Caballo de Coral (cuento, 2001).
  • Beca de La Gaceta de Cuba (cuento, 2001).
  • Hermanos Loynaz (poesía, 2003).
  • Beca de La Gaceta de Cuba (cuento, 2003).
  • José María Heredia (poesía, 2004).
  • Iberoamericano Cucalambé de la Décima Escrita (poesía, 2005).
  • La llama doble (poesía, 2006).
  • Jara Carrillo (poesía, España, 2006).
  • Segundo lugar Premio Iberoamericano de la Décima Escrita "Cucalambé" (poesía, 2009), por el cuaderno "El libro de los cobardes".
  • Primer lugar del Premio Iberoamericano de la Décima Escrita "Cucalambé" (poesía, 2010), por el cuaderno "El libro de los Desterrados", en co-autoría con Diusmel Machado.
( Dirección de correo electrónico: carlosesquivel@tunet.cult.cu )


del libro Los hijos del kamikaze (Letras Cubanas, 2008)
INSTALACIONES ALREDEDOR

Cartas de Gauguin a Monfreid, los retratos son la caña de pescar, quizás no pensé en la canasta, era la extensión de un domingo con Mallarmé, yo ignoraba que hubiese más que el oído constante, estoy en un lugar en cualquier lugar, no es Tahití, es el reconocimiento, la noche de Daniel describo, habrá luna, quizás estuve resplandecido por un poco de óxido, quizás tú dormías allá, los mares de muralistas, el aire, yo estaba predispuesto y sin hacer señas, era algo complicado, perdurar con la manipulación de la tierra desconocida, lo demás es inconcluso, me obliga a desconocer.

Cartas de Gauguin a Van Gogh, la envoltura del perro que admiro sin pelea y equivale a su descomposición/
no regreses
/no concuerdes.
Yo iba a esperarlo, tenía patas duras, no besaba a nadie, pensaba que el mundo era eficaz, o que no era. Su refugio fue temblar al ver a otro, en la clemencia de una hierba amarilla, ocasión en que me habías conocido. Era Arles; yo, que no soy un puntillista, puedo exasperar. Mi defecto es que me encuentre descansado con relación a uno mismo. Los de arriba no saben más de lo que intentan decir. Llego a Hivavoa, en Hivavoa unas gambas rosadas, naturaleza muerta, doce francos. Mejor no regreses/
no concuerdes.

Cartas de Gauguin a Emile Bernard, mi abstracción es por unos niños cerca del río, llegan con un piano para encajar en la imagen/ impresiona que no estén rajados, como los vi en Marsella. Si uno los devolviera a San Jorge y la princesa, son rectangulares, del tipo previo y opuesto, color granizo, con alguna intensidad, un mesón de santos, lámparas para Catalina que aún así fuera hermosa.

Cartas de Gauguin a Mallarmé, una vez estuve feroz, nunca inocente, no más
porque mis huellas dactilares eran las de Sarpi. Como un criminal común abro los ojos. Una vez me estremecía con un gato húngaro que mamá crió para ti. Debajo de la infección necesito caer, como si la cara de Miguel Ángel fuera. Como si fuera entre los dos, entre el menos europeo. Pero para mí mismo, que me he divorciado y no tengo una latitud.

Cartas de Gauguin a Cézanne, cansado de hervir la misma carne, he mezclado con las parihuelas. En mi cerebro no sé los que inventan vida al rey, tampoco es un crimen parecer de perfil / la gran pesca del atún alcanza, es irrepetible, todo si vas en el barquito de Bhikeu, puedes curarte de pie, y si no puedes. Eso significa que comprendemos juntos/ cansado de hervir la misma carne, demasiada flexión ya, una lengua turania, o maorí, como un indígena. Cansado de hervir, he ido a una subsistencia gigante. No dormiré descoronado por la zanahoria, o quizás como Rembrand. Cansado de hervir, puesto en una carne.


del libro Matando a los pieles rojas (Ediciones Unión, 2008)
PREGUNTA POR LOS MUERTOS EN KANSAS CITY

En Kansas es donde no hay densidad, como una fuerza ondulatoria y una fila de dunas del detrito, en Kansas estuvo mi abuelo para asuntos de arroz.

En Kansas Stan Musial bebió una tarde en
que Kansas estuvo dispuesta.
Había una ladera melancólica,
era
llegar a una costa con Melampo,
hijo de las tierras letárgicas que rodean a Kansas.
Ashburm, que bateaba casi trescientos cuarenta,
invitó a William Mays que impulsaba más,
siendo negro y de New York,
a apearse en un pabellón cerca de un casino de brujas, no
escrutaron mucho,
el alma de Kansas era alegre como la de
los marinos
hollados por un río invernal.
Una vez Babe Ruth le diría a Crowder
(el delgaducho curveador de Saint Louis):
me gusta Kansas porque el olor de la arena me hace enmudecer.
Al arribo de otros viajeros que solían buscar
en los teléfonos de Kansas
el sitio de un tal Boby Auker, cerrador del Detroit,
que en 1939
se bajó en la ciudad y no subió al ómnibus.
Me aparece oportuno recordar que en Kansas el sonido del aire
era menor que la impresión,
quizás porque la acústica de la Doble AA fuera
preferible
para los Reales.
Allí se busca el fly de Clemente
en un cielo protegido por la transformación
del
hombre en hierro.
Kansas no era más que unos indios temporales
y unos islotes a su alrededor.
O la victoria ante el Washington en veinte
innings que costó
algo así
como seis muertos, diecinueve
heridos y un hombre que me lo recuerda cada noche.

Es en Kansas donde no hay una densidad, donde mi abuelo no se conoce ni a sí mismo, aunque estuviera con el mar allí, con un techo de piedra en el olvido humano.


del libro Bala de cañón (Ediciones Caserón, 2006)
HIJO DE MARIANA

No me mandes madre a la guerra que no quiero
partir el espíritu yo quiero el conocimiento, la ruta
a los cíclopes, no me mandes a morir
contra Unamuno.
Que no escape la piel, si elige un bosque adentro,
una cadena al dominio superior.
La patria es la adolescencia, la Alejandría
de La Habana, el ejército de obreros
con años monacales que quieren perfume
de Aliatar, novelas rusas.
No me mandes a la manigua, madre,
que, a veces, morir por la patria
es morir.


del libro Toque de queda (Editorial Sanlope, 2006)
ÚLTIMOS DÍAS DE UNA CASA.

.................................Dulce María Loynaz
..
...............................a Diusmel Machado


La casa es como un país
abarrotado de ausencia.

La casa me diferencia
de la nieve cuando es gris.

La casa es mi cicatriz
desde algún barco remoto.

La casa es el puente roto,
y es el vino, y es el pan.

Es los muertos que no están
pero viven en la foto.

La casa es como un cuchillo
que despedaza por dentro,
es mi madre sobre un centro
de pesadumbre, es el trillo
hacia el pobre molinillo
donde mi padre invisible
teje un himno, es la creíble
caída de toda nieve,
es la libertad tan breve,
es otro viaje imposible.

La madre, el padre, el arroz,
ellos son también la casa,
y humedecen una masa
para el invierno de Dios.

La casa tiene mi voz,
mi silencio y mi visaje
hasta un país sin paisaje.

Acaso queda en el rezo
carcomido como un hueso.
O en el pesebre del viaje.

El perro que no murió,
la nube por ese hermano
si no supo desde el piano
la casa que lo inventó.

Mi padre siempre partió
en busca de un acertijo.
Ya era casa, ya era el hijo
sobre la ausencia fingida.

Casa: dolor y partida,
todo en el mismo amasijo.

Casa: lugar de la ausencia
que fluye y jamás me nombra.
Siempre habitas una sombra
que el extravío sentencia.
Los nombres de mi existencia
ya no van a detenerte.
Existe una casa inerte,
una lámpara, una nube:
son cosas que siempre tuve
y las llevará la muerte.

Y qué dejé sin olvido
en el Dios que balbuceaba:
¿un mar? Pero el mar se acaba.
¿Acaso quedó el sonido
de una isla que ha dormido?

Todo es un viaje otra vez.
Todo es ser casa y después
ser casa para ese olvido.
Como el hombre que ha fingido
ser su casa en la vejez.

Casa: ante ti sólo queda
polvo del sueño lejano
y una foto sobre el piano
perdido entre la humareda.
Casa sin mí, qué nos queda:
una cruz, el cuerpo fijo,
un tiempo que nos maldijo,
y lo que di al universo:
mi única forma del verso,
la casa, un árbol, y el hijo.


del cuaderno inédito El libro de los cíclopes
YO EN MI OJO, YO PARECIDO A UN POLACO DISFRAZADO DE MÍ

........................................................................Las famélicas bocas enormes
.....................................................................................parece que llaman, imploran, esperan...
...............................................................................................................[Evaristo Carriego]

Sin alegrías,
como un esquimal que tiene el agua
en la cerradura de una galaxia elegida antes,
o después, de él.
Serlo es caminar como un perro
buscando buenas óperas.
Toda conciencia es póstuma,
todo lo que sucede es miedo, o umbral del miedo.
Lo que menos puede ser es que abra,
o como dice Derrida,
entre el intolerante y quien tiene una familia,
si abres eres un hombre raro.
Que mi privilegio sea callar
es un privilegio que enmohece.
Los asesinos brillan más que antes.
Poseen espantapájaros perdularios,
fingen envainar la desolación como arma.
No quiero que me defrauden los asesinos.
No quiero que me defrauden los condenados.
Exceptúo pequeños mamíferos
que no vieron la mañana muerta detrás de un barco.
Ser penitenciario es detenerse de casa en casa,
merodeando con las fotos de la conquista,
con unas tarjetas de agresión.
Sin alegrías como el esquimal.

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domingo, 15 de marzo de 2009

Isbel Gonzalez (Guayos, 1976)


Isbel González González
(Guayos, Sancti Spíritus, 1976)


Poeta, narrador y ensayista.

Graduado de Ingeniería Industrial por la Universidad Central de Las Villas (2000). Es miembro de la AHS y graduado del IX curso de técnicas narrativas Onelio Jorge Cardoso. Trabaja actualmente como diseñador de la Editorial Luminaria de la provincia Sancti Spíritus.

Tiene publicados los libros de poesía:
  • Los güijes del arco iris, Premio Pinos Nuevos en Poesía para niños y jóvenes, Gente Nueva, 2008.
  • La insoportable liviandad del ser o manual para cazar un homo sapiens, Ediciones Luminaria, 2008.
Además, fue ganador del Premio Cazatintas, 2006 (Asociación Hermanos Saíz, de jóvenes creadores, Sancti Spíritus).

Poemas de su autoría se muestran en las antologías Viajando al sur, Reina del mar editores, 2006; Frente al mar, revista Azahar, España, 2006; y Los dioses secretos, Editorial Benchomo, España, 2008.

( Dirección de Correo Electrónico: eluminaria@hero.cult.cu ).

del libro La insoportable liviandad del ser o manual para cazar un homo sapiens, 2008
YO ODISEO CONFIESO MI SINO CON LAS MANOS MANCHADAS POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS

Nadie espera por nosotros. Penélope nunca me conoció, no teje apenas. Los barcos se han deshecho. Yo, Odiseo, me entrego a Circe, a la visitación de los demonios. Somos las criaturas de un mundo apenas discernible. Qué de jaurías contra los ciervos del placer. Henos aquí, hijos de Dios, huérfanos y hambrientos, con una mano en el pecho (no en su invocación, sino abrazados a sus arterias) y otra en la médula, censando los instintos.

¡Silencio! Repiten los cánticos de Sodoma.
¿Oicnelis? Me responde la conciencia, mi sospechosa conciencia que se empeña en desandar los argumentos. Y qué si partieron los Aquiles, ya cansados de morir de nimiedades, si son apenas criaturas del olvido, muertos que viven en otros muertos.

Somos la misma especie de hace siglos. La que murió sin fuego bajo las garras del tigre. La de Hiroshima. La que algún día llegará a las estrellas, si sobrevive a los tigres que la asechan todavía. Aún necesitamos amuletos e invocamos a los dioses y al olvido.

Esta Odisea muere en el simple acto de pensarse, en una esencia diferente.
www . odisea ... y estamos otra vez frente al ordenador, frente al cielo de Babilonia o la cámara de Auschwitz y me convenzo una vez más que somos las criaturas de siempre, nosotros, los homo sapiens sapiens.

Quizá fui yo quien lanzó la primera piedra. Permítanme recogerla ahora que nadie me ve, hoy que la soberbia está dormida. Carguemos de una vez con nuestras piedras, aquellas que lanzamos también contra la conciencia. Antes que un muro nos aleje de Ítaca para siempre.


FRAGMENTO QUE YA NO SOY

II

a mi hijo Marcos Antonio

.....................................................Por las mañanas mi pequeñuelo
........................................................me despertaba con un gran beso.
..................................................................................[José Martí]

La soledad no tiene heraldos celadores. No tiene himnos, medallas, epitafios. La soledad es profusa como nuestras miserias. Se multiplica como los panes y los peces, como las sombras que invocamos sobre el fuego. Salió de las cavernas y nos halló esperándola, encendió un cigarrillo y brindó a nuestra suerte.

La soledad es única y diversa. Nos tiende encrucijadas. Se ríe de nuestra soberbia mientras, irónica, reza un padre nuestro (porque, como se sabe, ella duda de dios).

La soledad te muerde los talones, te escupe, te besa como Judas, te zumba al oído cuando duermes, te aborda en una esquina, te desarma. La soledad ya no se oculta, no es taimada: se exhibe en las vidrieras, se deja sobornar, se postula, escribe poemas de suicidas, locos, pervertidos; nos publica.

La soledad es una puta que se acuesta en nuestras ganas, pero nunca nos deja poseerla. La soledad viaja en limosina o se arrastra. Nunca se entrega.

La soledad es un perro taciturno.
La soledad es un mendigo sediento en nuestra sangre.
La soledad nos convierte en solitarios.
La soledad se nutre de tu ausencia.
La soledad, querido hijo,
........................................................no nos entiende todavía.


DE CUCHILLOS, MONEDAS Y ESTANDARTES

Cuchillos son el aullido de la muerte que rapta la pared el fondo de la sombra de tu miedo mientras caminas y no sabes o lo sabes y no confiesas que lo sabes dónde van tus pasos si contra el muro de la ciudad ese monstruo insaciable y mezquino hacia los ladrillos del viejo puente hacia el abismo la flor desnuda y cruel hacia cualquier lugar donde las putas con sus cuadernos bajo el brazo ya no parecen ser para el placer o para el amor o para el miedo o el silencio donde los senos de la mujer del prójimo se marchitan o se pudren cada día o una fría columna con su tarja a los héroes que también se pudren como las tetas tristes de la mujer del prójimo donde quisieras apoyar tu cabeza para ahuyentar los demonios la inocencia de los demonios el cansancio de los demonios la resignación de los demonios la verdad que desconocen los demonios tan pobres ángeles los demonios los demonios propios los ajenos o romper tu cabeza como epitafio sobre la tarja de los héroes.

Monedas son los rostros de los héroes de las putas de los chóferes de ambulancias los abogados los ahogados los exhumados los profetas los estadistas los monaguillos los que piden limosnas los jefes de sector la que te roba media libra en el mercado la que succiona un pene flácido y gana un premio el que se deja mamar y otorga un premio pero no tiene orgasmos el que pinta carteles en la acera el que borra los carteles el que inventa un discurso el que nunca miente el que miente siempre y duerme a piernas sueltas el que muerde a un perro o es mordido el que es en si un perro y no lo sabe o ya lo sabe el encargado de la cotización el disidente el que perdió su hijo en el mar en la montaña la que vomita y se limpia con el reverso de la mano la que te besa y vomita o vomita y te besa la que tiene el blúmer roto y todos codician el que murió de causas nobles que a nadie interesaron el que vivió de SIDA el que reventó sus vísceras el que bebió hasta el tedio el que calló de un balcón mientras miraba los senos aburridos de la mujer del prójimo.

Estandartes son las palabras del bufón los gritos del condenado cuando escupe la cara del bufón cuando pide clemencia cuando se arrastra y besa la mano del verdugo el llanto del recién nacido es estandarte el niño que fue muerto a martillazos que enterraron en el patio el loco que se burla de nosotros que se burla de si mismo que lanza una moneda y no cuestiona cara o cruz estandarte el silencio del que escucha la que sabe dónde queda el clítoris y se avergüenza el que hizo la guerra por orgullo o inseguridad el que traza en el mapa las fronteras la que siempre orina discretamente el que nunca ha creído en los partidos el que lleva su cruz y no protesta el que ha criado cuervos pero es ciego el que baja la calle ineludible el que esconde un cuchillo entre la gente.


del cuaderno inédito Dimensiones paralelas
LOS GLADIOLOS

..............................................................a Dariel, amigo

La tarde era serena y pálida como un niño//
Dentro de su severo ámbito una mujer regaba los gladiolos/ arrullándolos en su cansada mejilla de polen//

Rutilaba el asfalto sofocado bajo el sol//
La claridad hacía vibrar la copa de los árboles/ filtrándose en el iris/ implacable//

La mujer acariciaba los delicados pétalos//-/ contra el rostro encarnado/ absorbiendo la fría humedad bajo la piel//

Alguien pasa/ saluda//
Ella responde con su gesto desinhibido//
Le regala un gladiolo/ se ilumina//

Él se detiene (sólo un instante)//
Nada dice/ nada//
Sus labios apenas sonríen/ correctos//
Mira hacia el suelo/ se despide//

Ella lo ve marcharse/ presiona un tallo tierno//
La sombra de la noche se posa en sus pupilas//
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del cuaderno inédito Ecodum
MATRIUSKAS

En la sustancia vegetal del tiempo, donde la raíz filamentosa tiende sus arterias, existimos. Savia somos, pulpa bajo la fina membrana del Cosmos. Plánctones en algún hervor aglomerado, en cierto cuenco diminuto y reciente. Bandean los polos en la extraña conspiración de la energía. Pendulamos bajo la mano antojadiza de algún dios.
Quién pudiera alzarse sobre el visillo de lo humano, descubrir ciertas rendijas, quebrar los límites. Aunque solo fuese para tantear otra verdad borrosa y limitada, y acrecentar este miedo de concebir al Universo como una matriuska infinita.