jueves, 30 de julio de 2009

Laura Ruiz (Matanzas, 1966)


Laura del Carmen Ruiz Montes
(Matanzas, 1966)

Poeta y editora.

Desde 1989 trabaja en Ediciones Vígía, y es editora principal de la revista Mar Desnudo ( http://mardesnudo.atenas.cult.cu/ ), bajo el auspicio del Centro Provincial del Libro y la Literatura y la Dirección Provincial de Cultura, de Matanzas.

Ha publicado, entre otros, los siguientes títulos:
  • Queda escrito (Poesía. Ediciones Matanzas, 1988)
  • La sombra de los otros (Poesía. Editorial Letras Cubanas colección Pinos Nuevos, 1994)
  • Lo que fue la ciudad de mis sueños (Poesía. Bartleby Editores, Madrid, España, 2000)
  • El camino sobre las aguas (Poesía. Ediciones Unión, 2004)
  • A Ciegas (Teatro. Ediciones Matanzas, 2005)
  • Hoy es domingo y mañana también (Novela para niños. Editorial Cauce, 2007)
  • A qué país volver (Poesía. Editorial Letras Cubanas, 2007)
  • Los frutos ácidos (Poesía. Ediciones Matanzas, 2008)
Además, textos de su autoría aparecen recogidos en diversas publicaciones y antologías de Cuba y el extranjero, como:
  • Retrato de grupo, Ediciones Unión, La Habana, 1986.
  • Poesía infiel, Editorial Abril, 1987.
  • Poetas cubanos, Ateneo de los Teques, Venezuela, 1993.
  • La isla entera, Editorial Betania, Madrid, 1997.
  • Las voces de un fin de siglo, Instituto Oloff Palme, Suecia, 1999.
  • La casa se mueve, Ediciones Maremoto, Andalucía, Málaga, 2001.
  • Antología de la Poesía Cubana, Ediciones Verbum, Madrid, 2002.
  • Antología de Poetas Cubanos, Ediciones Puerto del Sol, Universidad de Nuevo México, 2002.
  • La Piel del jaguar. 25 poetas hispanoamericanos ante un nuevo siglo, Sevilla, 2006.
Por su obra ha sido distinguida, entre otros, con:
  • Premio de Poesía en el concurso Bonifacio Byrne, 1985.
  • Premio de Poesía en el concurso Nestor Ulloa, 1985.
  • Premio Pinos Nuevos, género poesía, 1993.
  • Mención del Premio de Poesía de La Gaceta, 2002.
  • Premio Hermanos Loynaz, en novela para niños, 2003.
  • Mención en los Premios UNEAC, de poesía Julián del Casal, e Ismaelillo de novela para niños, 2004.
( Direcciones de correo electrónico: lauraruiz@atenas.cult.cu - vigia@atenas.cult.cu )
.

LA SOMBRA DE LOS OTROS

Yo he estado sola en el fondo de mi casa
y he sentido tras de mí una sombra cálida.
He tenido miedo de volverme y no hallar nada.
La sombra, lo sé, ha intentado acariciarme el cabello,
suave,
levemente para que no lo note,
para que no sepa cuánto me cuida.
La sombra quisiera acariciarme despacio,
teme que me eche a llorar
porque sé que no merezco la recompensa.
La sombra, lo sé, es quien me dicta,
me examina y me indica en las esquinas
a dónde mirar para no morir atropellada.
Todo lo someto a su juicio
y nadie lo sabe,
creen que no consulto jamás,
que no pido ayuda,
que no me equivoco
Yo he estado sola en el fondo de mi casa
y he sentido tras de mí una sombra cálida.
Sólo yo sé cuántas veces no la merezco,
yo he estado sola y he sentido una sombra cálida.
Yo he sentido miedo de volverme y no hallar nada.


LOS FRUTOS ÁCIDOS

Deseo los mangos del árbol de la vecina,
con la fruición con que se quiere lo ajeno.
Pensando qué pasará si mastico la cáscara verde,
Pensando qué pasará si......…o qué pasará si no...

Con la cabeza golpeada por palabras y silencios,
a mitad del pasillo de la casa sin puertas
......................................................... ―porque no voy al bosque a talar madera,
deseo los mangos del árbol de la vecina.

Escucho el grito del tenor pregonando el pan caliente.
Corro, escaleras abajo,
a punto de caer y rodar con el mismo vapor del honor
............................................. ―perdón―
con el mismo vapor del horno donde estuvo el pan, quise decir.

Envidiando a Yourcenar
cuando se llena el puño para escribir la sangre blanca del amor,
deseo los mangos verdes del árbol de la vecina.

Deseando estoy,
dentro del tambor, como todos,
siendo caja de resonancia del país.
Reina de la calle oscura,
de la vela a medias,
del agua sin hervir,
y hasta del agua sin correr...

Enceguecida por el brillo de algunas monedas.
Dentro del tambor que es el país estoy,
deseando peligrosos mangos verdes

Mirando árboles que no son míos.
Soñando ácidos mangos verdes, estoy.
Pensando qué pasará si...
O en cambio qué pasará si no...


QUÉ NOCHE LA DE AQUEL AÑO

......................................... a Sigfredo Ariel


No era así la vida en la provincia
sino más alegre.
No era así la vida en la provincia
sino más triste.
El regreso no fue lo que esperabas.

Dijiste que aquí habías sido feliz.
Yo sabía que era cierto.
Pero la provincia ya no se deja atrapar.
No le vale que entornes los ojos
ni enciendas un cigarro tras otro.
A la provincia nada le vale, nada le sirve,
............................................ ningún halago le hace bien.

Aquella noche fue inocente y patética.
Un poeta clásico explicó al clásico Chaikowski
sin saber que tú y yo también lo éramos:

tú llorabas sobre tu camisa negra
.........................y yo lloraba sobre mi blusa blanca,

como correspondía, llorábamos.

Fue patética la noche y había ruido.
Teníamos los mismos ministros
y leíamos los mismos libros,
Éramos iguales pero no.
Tú ya habías estado en el café Berlín
y te habías despedido de algo que llaman los
................................. ochenta.

Yo aún quería ir a Pompeya
y fingía haberme olvidado
........................... de los ochenta,
........................... de los noventa,
................. de Berlín,
y del café, pero no.

Volviste para después escribirlo.
Mirabas como quien está a gusto
pero a ratos decías qué raro es todo.
Raro en ti quería decir ven con los que se fueron
sin remedio.

No fue lo que esperabas.
No tuve vergüenza ni rubor.
No me sentí apedreada contra un muro
ni tan grotesca como la bailarina llena
........................... de maquillaje
que tropezó con el pie del músico.

Fue la noche perfecta.
No tuve que hablar.
Una noche en la provincia te hizo entender:
................. el silencio
...................................... la anacrónica dignidad
............................. la asfixia húmeda
................................ la siesta en la orilla
........................ ―porque la tortuga nunca llegará al final
............................................................................................. de la carrera―
el vicio de haberme quedado aquí
la enfermedad mortal de seguir quedándome.


DADME UN NÚMERO*

Mi número, el número que yo pudiera ser
en la chapilla de plata
.......................que cuelga de la cadena
.................que cuelga del cuello
.......................que cuelga de la cabeza.
Dadme mi número.
El número que me corresponde en la espera
...............................de los hospitales,
..............................................en la fila de los autobuses,
............................en el pasaporte
y en todos los registros de firmas.

Dadme mi número,
el número que seré en el panteón de la familia.
Quiero saber cuántos muertos descansan debajo
...................................................................... de mí.

Dadme mi número,
el número despedazado que podría ser
si me lanzo al mar en pos de...

Dadme mi número,
mi verdadero número de identidad,
el número del teléfono que suena después
..................................................................... de medianoche
para que el número de la cuenta a pagar sea
.................................................................menor.

Dadme mi número.
O al menos que alguien me diga la cantidad
............................................................................ de cifras que soy,
los ceros que tendré cuando llegue el momento
en que los nombres no signifiquen ya ninguna
............................................................ cosa.

* Julia de Burgos.......................................................................


METAMORFOSIS, OTRA VEZ

Mi hija, a veces, es un perro con dueño y comida.
Al nacer, encontró libros y ciudades ya levantadas,
No conforme, intenta experimentos.
Como en los laboratorios, consigue su propia
.............................................................................lluvia ácida.
En un descuido se duerme.
El amanecer está lleno del polvo de su joven
...........................................................................................madera carcomida

No es posible saber si alguna vez podrá regresar a
.................................................................................. la piel de perro,
a su hermoso cuerpo de perro con dueño y comida,
...................................con techo,
que ladra, con entusiasmo a las sombras
que van pasando.


MERCADO NEGRO

En ese pasillo oscuro y sucio vive la vendedora.
Me pregunto cómo es posible
que todos sepan dónde vive,
que señalen el portón derruido
y expliquen en alta voz el sitio exacto.

Traigo entre mis manos
muchas noches de lecturas,
de apuntes tachados y vueltos a limpiar.
Traigo entre las manos las palabras que dije
para anunciar el libro de alguna celebridad.

Las lecturas, los apuntes, las palabras, la celebridad,
quedaron en un papel rectangular
donde estaba anotado mi nombre debajo
.......................................... de un número:
Sucursal 3271.
Traigo entre mis manos el lujo,
el salvoconducto para llegar a casa de la
.................................................vendedora.

Dos libras, le digo.
Y ella, displicente,
me entrega el jamón fresco, rojo, prohibido.
Miro de reojo el nylon que lo cubre
y leo “Unión de la Carne”.
La vendedora no sabe por qué me sonrojo
ni en qué piel, cuerpo, celebridad, estoy pensando.



ILUSTRACIÓN

.................................................... Abusé. Fui abusado.
...............................................................[José Kozer]

Contemplo
.................. ―por turnos―
como soy
.................. ―por turnos―
mártir o brutal.
Así, aprendo, por turnos.

Paso los dedos por la cara antes de mirarme al espejo.
Recorro las marcas
para saber quién ha amanecido.

Se amanece mártir
o se amanece animal.

Se despierta saco de arena
―donde los otros golpean.
Dolor abdominal intenso,
ojos de perro triste, aliento que se corta.

Al clareo, se rompen los puños contra el fardo.
No le creas al saco de arena si gime.
No te creas si te parece que al saco le han salido ojos.

Se despiertan los sentidos en la mañana
y las secreciones vuelven la mirada salvaje.
Tela de araña en los ojos de la bestia.
Tela de araña,
tejido de atrapar y cazar.
Hocico reseco que planea la caída de otros.

Abusé, dijo quien cose delicadamente las costuras del país.
Si el sastre abusó
¿por qué no habría de abusar yo?

La diferencia entre el sastre y yo es mínima.
Él hace dobladillos al país.
A mí me penetra la aguja en los huesos.
Soy mártir cuando el sastre cose,
sacrificada, como él, soy,
por el deseo de zurcir la ropa-Isla,
la tela-piel,
la frente-ala de sombrero.

Fui abusado, dice el sastre
mientras dedica horas enteras
al aprendizaje de las patas de gallina.
Piel de gallina oscurecida se les pone a los otros
cuando despunto bestia,
animal sin cuna ni remedio.

Racimo de pesadillas envuelve a los sacos de arena
antes del amanecer.
Manojo de miedo sólo de pensar en mí.
No quiero creerles cuando veo que le asoman ojos.
Como no quiero, no les creo.
Ah! potencia de los verbos.
Ah! desteñido manual del español correcto.

Pero cuando descubro los sacos empapados de sudor,
doblados sobre su panza sílice, desinflados,
y miro la arenisca saliendo
igual que fluye el orine de los cuerpos que van a morir,
cuando empiezo a conocer la idea de la culpa,
ya deshice las costuras,
rompí las agujas y sólo dejé a mis espaldas
costales agujereados e inservibles
que nadie, ni el sastre mayor,
podrá recomponer jamás.

Ya es tarde, ya abusé,
y eso, como la muerte, el vómito o la lluvia,
no regresa, no vuelve atrás, es irreversible.

Sólo queda ser abusada,
sentarse a esperar el turno de ser mártir.



TODOS SOMOS GITANOS

Ingenua marcho
hacia lugares donde dejamos
la huella desconocida de nuestro olor a buenaventura.
Todos los recodos del camino abandonan su sitio
para enredarse hasta llegar al próximo alto.
Nadie comentó el andar detrás de los sombras
como si fuéramos, todos, animales buenos
que pretenden amigarse
con los perros que no tienen casa en el pueblo.
Nadie comentó el andarnos
y no es que no nos vieran.
Ninguna mariposa
nos acusó de robar hierbas
para colgar detrás de las puertas
y no es que no nos vieran.

Qué bailes habrán de celebrarse
a los que yo no asista
esperando perder un zapato
justo cuando suenen las doce campanadas.

Cansada estoy de oír:
“la vida es un tango”.
Ojalá nadie sospeche de mí cuando suene el bandoneón.
No estoy de vuelta.
“all the best”
es esta cama.
No estoy sin alas,
aquí puedo parir hijos y barcos.

Qué sucederá cuando todo se nuble.
y no hayan vigías a la entrada de mi tienda.
Ofreceré mi infierno
a los pecadores menos peligrosos
para que se conviertan en dioses.

Es necesario saber con exactitud
de dónde sopla el viento.
No soy mala.
Busco un sitio poco concurrido
donde el flautista
escuche mis aplausos.
Todos somos gitanos.

martes, 14 de julio de 2009

Oscar Cruz (Santiago de Cuba, 1979)




Oscar Roilán Cruz Pérez
(Santiago de Cuba, 6.08.1979)
.

Poeta y editor.



Graduado de Licenciatura en Historia por la Universidad de Oriente, actualmente labora como editor de Ediciones Santiago.

Tiene publicado los poemarios:
  • Los malos inquilinos, Premio David (UNEAC) 2006, Ediciones Unión, 2007
  • Las posesiones, Editorial Letras Cubanas, 2009.

Además, su obra ha sido reconocida con:
  • Premio de poesía La Medalla del Soneto Clásico, San Luis, Santiago de Cuba, 2004.
  • Premio de poesía Luisa Pérez de Zambrana, El Cobre, Santiago de Cuba, 2004.
  • Juegos florales, Santiago de Cuba, 2006.
  • Premio de poesía Mangle Rojo, Asociación Hermanos Saíz, Isla de la Juventud, 2006.
  • Beca de Creación DADOR, 2009 (convocada por el Centro Cultural Dulce María Loynaz), con el proyecto de poemario Los alimentos terrestres.
  • Premio Pinos Nuevos, 2009 (convocado por el Centro Cultural Dulce María Loynaz y las editoriales Letras Cubanas, Nuevo Milenio y Gente Nueva), con el poemario Retorno a Salamina.
  • Premio LA GACETA DE CUBA de Poesía, 2010, con el cuaderno En paños menores.
Textos suyos aparecen en las revistas Sic, Del Caribe, Dédalo, Matanzas, La Gaceta de Cuba, La Letra del Escriba, y El tintero.

( Direcciones de correo electrónico:
cprovlibro@cultstgo.cult.cu, centrosoler@cultstgo.cult.cu )


LA DERROTA

«uno no se mata por el amor de una mujer»:
escribió Césare Pavese en su Diario, a manera
de adiós, después de llamar a varias putas.
«uno se mata porque un amor, cualquier amor,
te revela tu desnudez, tu miseria, y tu nada
».

horas después se suicidó, en la misma habitación
en que lloraba.
es esto lo que importa tal vez:
.............................................ni el mundo,
.............................................ni las putas,
...............................................lo recuerdan.
.
.
CONVERSACIÓN CON UN HOMBRE DE LA GUERRA

mi abuelo no murió en la Higuera,
tampoco en la Verde ante las balas.
amaneció callado como los soles de agosto,
su rostro era una máscara siniestra, un toldo
de senilidad su cuerpo. se cansó de la vigilia,
del acto de esperar.

recuerdo que en las noches me llevaba hacia
el traspatio para que oliera y degustara el aire,
me hablaba de los rusos y los galos, de su familia
engordando en un cobertizo, atrapados entre
la puerta y el estanque de los patos. ya no está,
y siento de pronto en el negror de estas sábanas
una vibración profunda, algo que se tuerce para
acabar, y es un ruido pequeño, casi nulo, como
un niño que apenas logra escuchar el sollozo
de su madre. tú estabas allí, como habías estado
aquellos años en que vivíamos juntos, y solías
pasar del cuarto a la cocina con ese andar duro
y calmo.

estabas siempre igual, en aquel sitio devastado
donde crecieron tus hijos, donde crecen los hijos
que ya no verás, y sigues entre objetos vacíos:
camas, armarios, butacones. y yo salgo, voy por
el patio hacia la luz, pero en mis ojos llueve
un agua sucia que no me deja ver como comienzan
a agrietarse las paredes de una casa lavada
y manchada por la lluvia.

quiero que te quedes como estás, con la cara
siniestra y la muerte al descubierto. estoy de pie
y escucho el movimiento del aire entre la hierba.
comienzas a darme tu sermón, pero ya no quiero,
no soporto ni a los rusos ni a los galos, ni a aquella
cantidad de gente cebada en un cobertizo, atrapados
entre la puerta y el estanque de los patos.
dejemos las cosas como están.
por el camino del adónde, la gente está tirada
y mirando para arriba. tratando de llenarse de
recuerdos, con los que el tiempo se abre como
presente. sabes: días hay en los que miro lejos,
en el futuro, y veo a un hombre que cavila sobre
las primeras y las últimas cosas, preocupado
por los muertos y cuidando con esmero su jardín.

.


del libro Los malos inquilinos, 2007
ESPEJO INTERIOR

no volverás a Ur....a sus láminas
no cortarás acantos en el huerto del sajón
han levantado un reino en Miraflores
y dicen: habrá pasto.......peinetas sirias
mercaderías de punta en estuches egipcios

no volverás a la noche... a sus tamaños
al duro gravitar de la memoria
tengo a cargo un latigazo......un libro de Lenin
credenciales falsas de libre asociado

la tarde cae sentenciosa
y salgo a caminar por la bahía
converso con Flebas........el fenicio
y todo es agrio....desmemoria
todo fuga despacio a los salientes de la isla

las aguas me juzgan mal
simulan un jacuzzi...una ruleta
traen nostalgias de Esparta...... de Moscú
de aquellos esplendores que siempre me dejaron

estas son las aguas de Virgilio
las mismas que asolan lentas
los salientes de la isla
no volverás a Ur......no volverás
a menos que incendien Miraflores.


FLOR DE LOTO

dispuestas las cruces
voy en coche bomba hacia el senado
la gloria es otra cosa me dijeron
otras son las cartas enviadas por Alicia
dime Lewis Carroll qué fue de aquel país
qué fue de Bugs Bunny en el bazar de Damasco
acaso no llegaron los bárbaros
no llegó el cortejo funeral de los míos

cae un sol tremendo
Sol Meliá en Zona Franca
vienen las nativas a lucir sus implantes
tú eres la Vedette (mujer menstruadota)
vienes a romperme los ojos
a morirte donde nunca fui tocado por la luz
estoy llamado a buscarme
estos son mis días
dicen que no conmoverán
que no hay progresión ni sosiego
pago mis derechos......mis izquierdos
pago caro ese jardín y esta mesa tan vacía
a veces me tiendo al Sol me oreo
pienso en el concepto Dios
en esa dimensión tan abstracta
a veces......me pongo al otro lado
empuño otra bandera
no sé......no pienso
es el concepto de Dios quien me define
quien me empuja al Senado
me pregunta por ti
ojo del Ciclón
hembra maldita
es ahora o nunca..,,..es aquel...,,. huevo o cigoto
figurante que en su dorada rama se defiende
sube ahora Alicia mía
salvemos de una vez por todas
esta raza en extinción.


EXTRAÑAS MANERAS DE ESTARSE MUERTOS

......................................................................a Sergio Fernández, Marquelis Vega, Teresa Melo y Reina Barroso
que sí lo saben...


cuando de noche se estremecen los estadios
con los hombres que no he sido
los hijos de Gastón (muertos a plazo)
comienzan a bailar frente a la hoguera
marcan el paso y el ritmo de su baile
saben que bailar....es destruir la unidad que forman
los vivientes y los muertos

sólo así
consiguen atraer a sus praderas a gente de toda condición
gente cuaternaria.,,...polvorienta..,,..coagulada
en la memoria de estos sitios
husmeadores de semen
buscadores de sangre en la corteza del mundo
ínclitos ministros mirmidones
sacerdotes...,,.que no tienen tiempo libre
fluyen hacia allí
sedientos de reinos y aguas muertas
yo los veo
los oigo por los pies como se alejan
como buscan sin hallar aquel rincón
donde nada ya se oculta ni disuelve

estamos aquí
y....cuantas veces le oí hablar de los muertos
de las espléndidas cosas..,,..de las cruces..,,..los pasos y los ecos
de esa levedad que nos acecha en los caminos
por donde pasa la muerte con sus prosapias
con su lenta procesión de bueyes
diciéndome que sí....que el agua concedida tendrá serme ingrata
que tardo demasiado en dar lo que me crece
sin saber que lo que crece es apenas redención
espejos de sal en la memoria

pienso ahora
en la arena de un país que ya no es mío
en la hembra que me obliga a claudicar
a besarle los pies..,,..a cumplir sus mandamientos más terribles
dime sombra amarga
quién sino yo podrá orinar en las estatuas
fornicar sobre la yerba
hacerle reverencia al domador
que grita raudo en mis oídos:
usted es un bailón.,,...(inofensivo y útil)
pero...no me quejo
estoy hecho de humillaciones que generan
un asombro......una pradera…...un catafalco
una mesa frecuentada de relámpagos...de cánticos nocturnos
yo soy la medida de mi mismo
ese ordenamiento residual que me conduce a lo perdido
yo no me aferro a todo lo probable
a las cenizas de Heredia
a los kimonos de Casal
a las aporéticas joyas de Zequeira
pérdida en este caso más terrible
pues nunca existieron
no tengo tiempo de juzgar a los hombres
ellos ofrecen lo que pueden
y tal vez yo he sido como ellos
odié a los anticristo…...a los heraldos
a los vanos juramentos sobre el polvo
odié a una canción…...en la que un hombre de bien amaba a Jimena
ese hombre que ya no es Tetrarca
es sólo un nombre en el recuerdo mío
en esas letanías que me llevan hacia el mar
a verter mi sinsabor…...bajo las piedras
como un héroe que es cobarde
y a solas y con lágrimas llora
donde nadie lo sospeche
ese héroe en un furgón...…un altar…...un frontispicio
un cementerio donde aparece el objeto amado
a luz de la luna
que acaba por desangrar estas estrofas
donde un grupo de poetas de los que no se sabe ni el nombre
vienen a dar la medida de sus pasos
ninguno ha degustado la verdad
no saben que su voz…...aunque engolada
es la tierra de un pasado siempre turbio
que es como el desgrano de vivir satisfecho
en la lejanía…...en la ausencia…...en el frío estelar
que genera la distancia

hijos de Gastón
grato es morir cuando la noche inicia
su vasta acometida
y los hombrescontables y furiosos
no bailan…...no odian…...ni preguntan
ni sus ojos se pierden el oscuro conocido
la patria es la ancha arena
el hierro que la fragua fortalece
sigan desnudos en su baile
marquen y recuerden que los hombres
ligeramente desvastados
hacen el amor en cantidades ruinosas
se hacen al mary a los estadios
y luego se juntan a morirde un tiempo y de una vez
como los héroes.


LOS MALOS INQUILINOS

.............................................................................a José Luis Serrano Serrano y Reinhardt Jiménez Cañete

1
ciertos inquilinos cuya esencia desconozco
vinieron a rondarme la cabeza
llegaron despaciosos: nictálopes videntes
mujeres de pasos breves de pasos evaporados hombres que van a morir
........................................................................(no del pecho o el riñón)
sino del paso inexorable de los hombres

traían lentas lunas....hojas muertas
restos que la noche le atribuye a Praga
estaban allí olvidados y distantes
miraban ese sitio donde a veces puedo oír
junto a un bar de la calle Heredia
un arduo gemir de buscavidas
y el humo y la jerga desde adentro
donde antiguos vendedores brindan con alcohol al mediodía
donde esas paredes de Santiago Mártir guardan
una tristeza de indefinible esplendor

estemos aquí les dije: miremos como huyen las
nativas
se van a Barlovento a Waterloo a desangrar su corazón
bajo las piedras
no sólo debajo sino encima de las piedras
en un hostal en un cerrado bosque
al borde sentencioso del pantano
donde ya no hay paso ni rostro seguro

he renunciado a traicionar
he sostenido el ayuno y la soberbia de los héroes
he dado de comer a los perros
he convocado y recibido el desamor
nadie fue vejado en mi cabeza
y acaso les pregunto:
quién extrañará mis manos
quién hospedará mis muertos
quién será de mí cuando me asista el desamparo
cuando estas palabras se vayan sin decir
lo que antes no fue dicho

ustedes que practican el método de Ulises
que no temen ni al tiempo ni a los hombres
ni se inventan acompañantes con los dones que le faltan
ustedes que apenas cuantifican
que escriben sus memorias
saben que sólo son nuestros aquellos que se van


aquellos que siempre están ahí
en busca del mar......del esplendor......de lo perdido.


2
nacidos aquí
donde los muertos lloran a sus muertos
donde el hombre sabe qué es un hombre
qué es un Dios y sin embargo no le importa
le importa el duro hierro de sus clavos
la sangre que se expresa a través de su lengua sus badajos
a través de su pecho y su víscera violenta

viejo Tiresias
qué culpa tengo yo de estar aquí
castrado envilecido segregado por seres violentos
seres humanos seres que aman el hedor de la gloria
sólo puedo decir aquí nacimos
pero no puedo decirte adónde
como ese aire que agoniza en mis pulmones
un aire neutro aletargado con una voz de náufrago
y un grito
vamos a migrar a tragar aire caliente
a buscarnos en la rabia en los techos de zinc
en la sombra lateral que proyectan las palabras vamos a acercarnos digo:


a ver y tocar y bien decir de aquellos los peldaños
los míticos peldaños que escalaron los hombres


a ver por ejemplo: la rosa que vio Borges en mitad del infinito
ajena y triste como todas las rosas
a ver los héroes de Jerjes el Cenizo
muertos de tristeza en un rincón de Salamina
a ver sobre todo al dictador
que ignora con exceso que es un hombre

viejo Tiresias
no vine a tu país a convertirme en axioma
soy la expresión
aquel que inicia un par de escenas y da paso al argumento
es culpable indiferente lleno de altos y bajos preceptos
a veces medio raro a veces el bufón
cuyo asombro se desploma en un momento
no eres ciego
tus ojos concuerdan en género y número
están como los míos
comidos por la pólvora de todas las guerras


atados con alambres al rencor de los años

dispuestos a perderse a ganarse un sitio bajo el polvo
bajo el hierro displicente que atraviesa mis costillas
estamos aquí
poco o nada hicimos el uno por el otro
no pienses no maldigas no es a ti a quien aman
no eres tú el que ha venido a martillarme
a dislocarme los ojos
digamos que has venido a sonreír a edificar
a encerrarte en los suburbios de la tierra

viejo Tiresias vamos a olvidar
a sentarnos levemente frente a Dios
a tomarnos en paz nuestra cerveza.
.